La Bolsa española se enfrenta a un reto titánico para igualar sus cifras de negociación de 2020. El mercado oficial debería más que duplicar en diciembre los volúmenes alcanzados en el mismo mes del año pasado para conseguir que el acumulado final de este 2021 igualase al del ejercicio anterior.
A pesar de la recuperación de precios de muchos valores del parqué madrileño frente a las cotizaciones que marcaron durante buena parte del año pasado -el Ibex suma alzas del 3% desde enero-, el mercado oficial ha acumulado unos volúmenes de negociación muy inferiores a los de 2020 a estas mismas alturas del año. Y la brecha es aún más amplia si se toman como referencia los datos del ejercicio 2019.
En las plataformas operadas por BME han cambiado de manos acciones por el equivalente a 348.604,7 millones de euros hasta noviembre, según datos publicados esta misma semana por la sociedad responsable de las bolsas españolas. Aunque la cifra no es pequeña, lo cierto es que supone una merma del 11,3% con respecto a lo que se acumulaba el año pasado hasta su undécimo mes.
Duplicar volúmenes
Si la comparativa se realiza con los números de 2019, el último año previo al estallido de la pandemia de la Covid-19, el recorte a estas alturas llega al 18,7%. Entonces, hace dos años, el mercado oficial contabilizó compraventas de acciones por 469.206,9 millones de euros. El mes de diciembre de aquel año aportó 40.646 millones a este cómputo total, del que representa un 8,7%.
La única fórmula posible para que la Bolsa española lograse igualar en este 2021 la contratación acumulada el año pasado sería conseguir volúmenes por 80.602 millones de euros en este diciembre del que apenas cuentan tres sesiones. El peso de esta cifra queda en evidencia cuando se considera que supondría un incremento del 122% frente a los 36.298,8 millones conseguidos en el último mes de 2020.
Aunque no imposible, los expertos consultados por este portal señalan que sí resultaría harto complicado conseguir ese número a pesar de los movimientos de cartera propios de la recta final del año con los que cuadrar y compensar posiciones inversoras. Y la tarea se antoja más complicada todavía si se tiene en cuenta que solo en cuatro meses de este 2021 se han conseguido volúmenes de negociación en renta variable más abultados que en sus correspondientes comparables de hace un año.
En lo que va de este ejercicio, el mes que más volumen negociador ha dejado en la Bolsa española ha sido octubre. Entonces, el mercado oficial registró transacciones sobre acciones cotizadas por 41.284,5 millones de euros. Esta cifra supuso un 47,6% más que en el año anterior, de manera que supuso una de las cuatro excepciones comentadas a la dominancia de 2020.
Crece la competencia
La gesta que se requiere conseguir en diciembre para igualar registros de hace un año supondría casi duplicar también este, hasta ahora, volumen récord anual del mes de octubre. Un dato más que ilustra lo complejísimo del reto: en marzo de 2020, cuando la volatilidad se desató por la aparición de la Covid-19 fuera de las fronteras de China, se alcanzó un volumen de negociación de 55.468 millones de euros en el mercado oficial español.
Por si fuera poco, la competencia de un creciente número de plataformas alternativas de negociación juega en contra de las operadas por BME. En este sentido, la última nota de estabilidad financiera de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) refiere que la cuota del mercado oficial sobre las acciones de valores españoles se quedó en el 51,9% del total en el tercer trimestre del año.
Dicho de otro modo, entre los meses de julio y septiembre, 48 de cada 100 acciones de cotizadas españolas que cambiaron de manos lo hicieron fuera de la propia Bolsa española. Y lo que es más, el organismo supervisor señala que -excluyendo la negociación OTC y la realizada por internalizadores sistemáticos- este porcentaje está "cerca del anterior mínimo histórico del 51,6% alcanzado en el primer trimestre" de este mismo 2021.
Por si quedaban dudas, la institución que supervisa el buen funcionamiento de los mercados españoles asegura que "los bajos niveles de contratación en el Mercado Continuo, en un contexto de leve ascenso de la volatilidad, pueden atribuirse al incremento de la competencia por parte de otros centros de negociación". Una sentencia que amenaza con jugar en contra del parqué madrileño si ómicron vuelve a desatar estampidas inversoras como las vividas hace solo unos meses.