Los tibios avances de la apertura dieron lugar a subidas más consistentes conforme avanzó el jueves. Una jornada de cierre semanal para muchas plazas, pues adelantaron el tradicional festivo de Navidad a la Nochebuena. El Ibex 35 se subió al rally de Santa Claus con avances del 1,24% hasta los 8.563,7 puntos.

En el acumulado de la semana, avances del 3%. Su cuarto mejor acumulado del año y su revalorización más abultada desde marzo. En lo que va de este año 2021 que ya se agota, avances del 6% que, sin embargo, le dejaron todavía como uno de los índices más rezagados de toda Europa.

Al tirón de esta jornada de cierre adelantado contribuyó la inesperada revisión alcista del PIB del tercer trimestre en España. El INE ha mejorado en seis décimas su lectura hasta señalar una expansión del 2,6% para la economía española. No obstante, a pesar de la sustancial mejora, las previsiones del Gobierno siguen resultando inalcanzables.

La aplicación de medidas de contención de la pandemia suaves con la economía se tradujo en subidas para los sectores de perfil más cíclico. Un grupo en el que también se incluye la banca, que siguió viendo cada vez más cerca el fin de los estímulos monetarios extraordinarios.

Banco Santander (+3,1%), CaixaBank (+2,6%), IAG (+2,5%) y Bankinter (+2,5%) fueron algunos de los más destacados.

No obstante, el primer puesto del podio se lo llevó Naturgy, con avances del 3,2%. Un movimiento vinculado en parte a las últimas novedades en torno a la fijación de precios, impuestos y cánones de la industria energética. Algo que en el caso de Red Eléctrica se tradujo en salvar las pérdidas que dominaron su gráfica durante el grueso de la sesión solo por un 0,24% arriba.

Del lado menos amable de la tabla, apenas ocho valores fueron incapaces de sumarse a la remontada. Entre ellos, varios de los que al arrancar la semana lograron esquivar con más éxito los descensos generalizados.

La peor parte recayó sobre ArcelorMittal (-2,1%), Indra (-1,6%), PharmaMar (-0,8%) y Almirall (0,1%). Y en ningún caso se vieron descensos tan abultados como las que gobernaban en el extremo opuesto, el de las alzas.