El año de la recuperación pospandémica al final no lo fue tanto. Al menos para un Ibex 35 que cerró 2021 en los 8.713,8 puntos. Con una revalorización acumulada de un 7,93%, el selectivo español se vio condenado por segundo año consecutivo al puesto de farolillo rojo entre los índices europeos.
Si bien la revalorización conseguida por el Ibex 35 también resultaba escasa si se comparaba con las previsiones que hace un año lanzaron varias firmas de inversión, desde otro punto de partida se trataba de un resultado más que honroso. Y es que consiguió remontar un 12,3% desde los mínimos anuales que marcó a finales de enero, cuando la tercera ola de la Covid-19 comenzaba a preocupar a los economistas.
En cualquier caso, la volatilidad se moderó sensiblemente con respecto a sus récords marcados en 2020. La horquilla de precios entre aquellos mínimos -en los 7.713,5 puntos- y los máximos de 9.310,8 puntos alcanzados en junio se quedaron en un 21%. Un porcentaje amplio pero muy distante de la brecha del 40% que dejó el año pasado, cuando el coronavirus azotó los mercados con una fuerza desconocida.
A pesar de este mejor comportamiento, las dificultades de la economía española para reponerse del impacto de la pandemia dejaron al índice en una posición incómoda frente a sus vecinos. De una parte, por el peso del sector servicios -y más especialmente del turismo- en el PIB. De otra, por el protagonismo de banca y utilities en el propio selectivo bursátil.
Por tomar solo tres ejemplos, el DAX alemán se apuntó subidas del 16% en el año, el Ftse MIB italiano logró remontar un 23% y el Ftse 100 británico capeó los problemas sobrevenidos del ‘brexit’ con avances del 15%. Incluso el Athex griego de la hace poco repudiada Bolsa de Atenas saldó el ejercicio con subidas del 10%.
En todos los casos, da igual índices periféricos que del corazón económico del Viejo Continente, por encima del Ibex. Y lo mismo ocurre si la comparativa se hace frente a Wall Street, donde los grandes índices avanzaron este año de un máximo histórico en otro. Hasta 70 veces en el caso del S&P 500.
Aunque fueron muchos los factores que determinaron el rumbo de la bolsa española este último año, la pandemia fue el más decisivo. Con la aparición de cada nueva variante del virus, un retroceso. Especialmente en noviembre, cuando la detección de ómicron se tradujo en caídas del 8,3% para el Ibex. Con la aprobación de cada nuevo fármaco, avances.
Líderes de la remontada
Una empresa farmacéutica fue precisamente la mejor parada del Ibex 35 en el año. Aunque tan solo formó parte del índice durante sus últimas ocho sesiones, Laboratorios Rovi sumó un 94,7% a lo largo del ejercicio debido a sus cifras de negocio récord impulsadas en buena medida por su asociación con la farmacéutica estadounidense Moderna para la fabricación de su vacuna antiCovid en Europa.
Otros cuatro valores se anotaron avances superiores al 50% en el ejercicio. Las primeras subidas de tipos tras la pandemia tuvieron mucha responsabilidad en el ascenso del 67,7% de Banco Sabadell. Un valor que no por casualidad acabó el 2020 como el más penalizado del selectivo, con caídas del 65%.
Dentro de este grupo, Fluidra (+67%) consiguió anotarse máximos históricos en septiembre. A pesar de algún reciente retroceso, la compañía de piscinas que se hizo con el puesto de Bankia en el índice rey alcanzó el cierre del ejercicio muy cerca de esos 38,25 euros por título.
De este grupo líder también formó parte ArcelorMittal, con una subida acumulada del 50,8%. Una remontada que, sin embargo, no impidió que se colocara como uno de los alumnos aventajados en potencial de cara a 2022. Y lo mismo para Naturgy, donde el pulso de accionistas frente al fondo australiano IFM Investors se tradujo en avances del 51%.
Castigo a energía y turismo
Al otro extremo, fueron diez los valores incapaces de sumarse al rumbo alcista del mercado. Aunque se apuntaba a un ejercicio prometedor para las renovables, el pinchazo de las debutantes del sector en sus colocaciones iniciales tuvo su repercusión en caídas del 36,3% para Siemens Gamesa y del 28,3% en Solaria -líder indiscutible de 2020-, por citar dos ejemplos.
Los bandazos del Gobierno en la regulación del sector energético, especialmente en lo tocante a sus impuestos, se tradujo también en una particular factura para la capitalización de muchas compañías del grupo. Iberdrola cayó un 9,4% y Endesa se dejó un 8,2%.
El temor a que el Aplidín de PharmaMar no llegase a tiempo de hacer negocio en la lucha contra la Covid-19 se tradujo en descensos del 21,9% para la farmacéutica, mientras que la amenaza que cada nueva variante y ola de contagios supuso para la industria turística dio lugar a caídas del 5,1% en IAG y del 2,4% en Aena.
Mientras tanto, los máximos históricos de Cellnex a lo largo de 2020 dejaron paso a un comportamiento más sobrio en este 2021: un 11% arriba. Un porcentaje que situó a la compañía de infraestructuras de telecomunicaciones solo un puesto por encima de Inditex, que acabó un 8,3% al alza tras haber anunciado el relevo en su presidencia.
La última del año
En la última sesión del año, que esta vez se adelantó al 30 de diciembre por el traslado del festivo de Año Nuevo, que esta vez caería en sábado, el Ibex 35 consiguió alargar su rally de Navidad con avances del 0,46% que resultaron en subidas del 1,75% para la última semana del año y del caídas del 0,9% en el trimestre.
Al frente de de las que lucharon por alargar la remontada, PharmaMar, con un avance del 2,9% que maquilló su débil desempeño anual. La lista de ganadores continuó con Cellnex (+1,3%) y un triple empate en torno al 1,2% de Iberdrola, Inditex y Siemens Gamesa, que desde primera hora se colocó como abanderada del rebote gracias a la llegada de nuevos contratos.
Al otro extremo de la tabla de revalorizaciones, Telefónica fue incapaz de conseguir echar el lazo a los 4 euros por acción. Caídas del 1,6% hasta los 3,85 euros por título a pesar de la acogida conseguida por su scrip dividend tanto entre minoristas como consejeros. Más comedido el descenso del 0,9% que encajó Mapfre después de la ruptura de CaixaBank del acuerdo en bancaseguros que había heredado de Bankia.
OHLA vs. Berkeley
Más allá del índice rey de la bolsa española, un valor consiguió una revalorización superior a la de Rovi. La hazaña correspondió a eDreams Odigeo, pues la agencia de viajes online se anotó una remontada del 133,5%.
Por debajo, el 86,1% que logró remontar OHLA. Un ascenso nacido de la compleja reestructuración financiera que la cotizada consumó mediante la entrada de los hermanos mexicanos Amodio, que para dejar constancia añadieron su inicial a las que formaban el nombre de la concesionaria desde hace 22 años.
En rojo, tres grandes perdedores. Codere, que acabó con un retroceso del 92,9% ya suspendido de negociación desde el día 17 de diciembre a la espera de su exclusión bursátil definitiva. Y es que la profunda reestructuración aprobada por la compañía para salvar su negocio pasa por la liquidación de la empresa cotizada y el posible regreso de su nueva cabecera antes de que acabe 2023.
Este doloroso ranking sigue con Dia, que cedió un 69,3% el año en el que tuvo que afrontar una nueva ampliación de capital para poder avanzar en el plan de reflote del empresario Mikhail Fridman. Y van tres años desde que el ruso desembarcó en el capital de la cadena de supermercados.
El tercer puesto por la cola, para Berkeley Energía, que el año pasado lideró los avances a contracorriente del Mercado Continuo. En 2021, perdió un 58,9% al ver cada vez más difícil la consumación de su proyecto estrella para la instalación de una mina de uranio en la provincia de Salamanca.
El 'tapering' y los bonos
Mientras tanto, por el mercado secundario de renta fija el ritmo lo marcaron las declaraciones de los bancos centrales con sus políticas de refuerzo, moderación o retirada de estímulos. En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) insistió en su último consejo del año en mantener sus herramientas en uso.
Por su parte, la Reserva Federal de EEUU (Fed) acordó en su última reunión anual una menor dotación para su programa de compra de bonos y hasta tres subidas de tipos para 2022. Más ágiles, el Banco de Inglaterra y el de Noruega pisaron el acelerador del tapering con sus primeros incrementos de tasas oficiales desde el estallido de la pandemia.
Un año después de la entrada del bono español en rendimientos negativos, los papeles soberanos despidieron el año con una rentabilidad del 0,563% frente al 0,055% con que empezaron el año. Un ascenso de diez veces. Por su parte, la prima de riesgo frente a los 'bunds' alemanes de referencia engordó desde los 62 puntos básicos hasta los 75 enteros.