Repsol se ha convertido en blanco bajista de los gestores de BNP Paribas. El banco francés ha incrementado hasta dos veces en lo poco que va de año sus posiciones cortas sobre la energética española, coincidiendo justo con su paso por los 11 euros por acción. Una cota en cuyo asalto lleva encontrando dificultades desde noviembre.
Actualmente, la posición corta de BNP Paribas sobre Repsol alcanza al 0,64% de su capital social. Este porcentaje es equivalente a una inversión de 102,7 millones de euros apostados contra la evolución bursátil de más corto plazo de la cotizada, que en el último año acumula una remontada del 24%.
El banco francés es uno de los dos únicos inversores que sobrepasan por sí solos el umbral del 0,5% del capital de Repsol en posiciones cortas, lo que para la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) supone convertirse en bajista relevante con la consiguiente obligación de descubrir la inversión al conjunto del mercado. Fue el pasado día 5 de enero cuando el galo superó por primera vez este umbral.
Entonces declaró cortos por un 0,58% de la petrolera. Un porcentaje que se apresuró a engordar solo un día después, según consta en su última notificación al supervisor. Así incrementó también su ventaja sobre el otro bajista de relevancia: ExodusPoint Capital Management, que apenas se queda en el mínimo 0,5% del capital.
En conjunto, ambos bajistas suman un 1,14% del capital de Repsol. Este porcentaje alcanza una valoración de 183 millones de euros en virtud de la actual capitalización bursátil de la compañía española, que en lo poco que va de este 2022 acumula una revalorización que ya se aproxima al 4%.
Refuerzo en Sacyr
La remontada de sus acciones, impulsada en buena medida también por el encarecimiento del petróleo, parece haber sido el principal reclamo para esta apuesta táctica por parte del banco francés. En este sentido, varios analistas consultados señalan que los inicios de trimestre son un periodo habitual para movimientos de este tipo guiados por parámetros técnicos de corto plazo.
A pesar de esto, la multienergética no es la única cotizada española que se ha convertido en blanco de bajistas en este arranque de año. La concesionaria Sacyr, que es a su vez uno de los principales accionistas de Repsol, también ha experimentado un incremento de posiciones cortas en este periodo.
Por primera vez, Citadel Advisors Europe ha emergido como bajista relevante en su capital. Y con una posición equivalente al 1,22% de su capital social. Un porcentaje que, además, convierte al fondo novato en el principal corto con posiciones en Sacyr, por delante tanto de Arrowstreet Capital (1,11%) como de JP Morgan AM (0,77%).