Los analistas de IG están convencidos de que las bolsas tienen por delante un año marcado por la incertidumbre y la volatilidad. Un escenario en el que creen que el giro al value de las carteras no será suficiente para ayudar a un Ibex 35 "en tendencia bajista desde 2017". En su lugar, apuestan por posiciones "muy selectivas" en valores como Telefónica, Repsol y Banco Santander.
Uno de los riesgos más evidentes a los que se enfrenta el mercado de renta variable en este 2022 es un trasvase de posiciones hacia la renta fija a medida que los bancos centrales vayan ejecutando su plan de subida de tipos. Para el analista Sergio Ávila, la clave estará en el momento en el que "se espere que la rentabilidad de los bonos sea mayor que la rentabilidad por dividendo de las acciones".
En su opinión, la retirada de posiciones de inversión en los fondos de bonos de alto riesgo es "un canario en la mina" que augura retiradas en las bolsas. No obstante, considera que la llamada de atención definitiva llegará cuando el bono estadounidense a 30 años haya sufrido una merma de precio del 20% frente a sus máximos recientes, puesto que el treasury a una década ya ha cedido un 10% desde la misma referencia.
Advertencias de retirada
Esta caída de precios, pareja a la subida de rentabilidad de estos papeles soberanos, se explica en buena medida en el hecho de que el mercado ha pasado a estimar "hasta siete subidas de tipos" este año por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed). De este modo, el consenso ya establece una tasa de referencia para la mayor economía del mundo de entre el 1,75% y el 2% para final de 2022.
Ante este ágil calendario de retirada de estímulos, Ávila considera que "es posible que no dé tiempo a que los mercados bursátiles se estabilicen" entre un incremento de tipos y otro. Un escenario que, sin duda para el experto, podría traducirse en una mayor "presión bajista" para los índices. Y esta es la principal razón por la cual desde IG se aconseja distancia con las estrategias de indexación de cara a los próximos meses.
Índices petroleros
Por si fuera poco, en el horizonte siguen sobrevolando algunos 'cisnes negros' que podrían sumar más apuros al mercado bursátil. Desde la situación entre Ucrania y Rusia hasta un repunte de tensiones en el siempre inestable Oriente Medio. Y eso sin olvidar que el Gobierno de EEUU podría proceder a un incremento impositivo para sus tecnológicas o que el repunte del coste de la deuda pueda llevar a la quiebra a algunas empresas que hasta ahora -gracias al estímulo de los bancos centrales- habían conseguido refinanciar su endeudamiento sin mayor dificultad.
Con estos ingredientes, Ávila considera que serán pocos los índices tradicionales que den motivos para plantear una estrategia de largo plazo. Una estrategia que solo ve viable en mercados más dependientes del petróleo y algunas materias primas, como México, Canadá y Arabia Saudí. De hecho, vaticina que en su lugar "será un año interesante para el trading de corto plazo", especialmente en el Nasdaq.
Por lo que se refiere al Ibex 35, el analista de IG muestra su "escepticismo" a una remontada después de dos años a la cola de sus vecinos europeos. Tan solo una remontada por encima de los 9.050 puntos en cierres semanales llevaría al experto a cambiar su sentimiento hacia el índice español de referencia.
En cuanto a sectores, desde IG ven más potencial en banca, petróleo y gas, recursos básicos, industriales, inmobiliarias y valores de un alto componente cíclico. Un grupo al que, en función de la evolución de la pandemia, podría sumarse el sector turístico, del que destacan Aena y Amadeus dentro del mercado español.
Atención al rublo
Si en las bolsas se espera volatilidad en los próximos meses, lo mismo apunta el analista Diego Morín para el mercado de divisas. Las tensiones geopolíticas y los movimientos a distinta velocidad por parte de los bancos centrales auguran agitación en el forex.
En el caso del euro, el experto de IG considera que las cosas se podrían poner más complicadas para la divisa común "si pierde los 1,10 dólares". Además, aconseja seguir de cerca la evolución del rublo ruso por las oportunidades que pueda generar, tanto por la situación con Ucrania como por el papel destacado del país como exportador de materias primas energéticas y agrícolas.
Trigo y petróleo
Este es, a su vez, uno de los motivos por los que Morín se fija en el trigo como una apuesta a considerar para este 2022. Y es que Ucrania y Rusia suman un tercio de las exportaciones mundiales de este grano. También aconseja seguir de cerca los precios del maíz y el aceite por "la escasez de cosechas" y el impacto de la inflación por el incremento de costes de fertilizantes, energía y mano de obra, entre otros.
Por lo que se refiere a la energía, el experto considera que "el barril de petróleo Brent podría afianzarse sobre los 100 dólares antes del primer semestre" del año. Una perspectiva de "presiones alcistas" que se le antoja más certera que intentar predecir cuál será la evolución de un gas natural para el que augura una "volatilidad extrema".
Regulación 'cripto'
Si se trata de criptomonedas, los analistas de IG adquieren un discurso prudente por el impacto que podría conllevar la regulación que varias economías están desarrollando para obtener un mayor control sobre las mismas. Además, la previsible apreciación del dólar por los movimientos de la Fed podría jugar en su contra.
A más corto plazo, consideran que "el reto para el bitcoin" está en recuperar los 45.000 dólares por unidad. Mientras tanto, en el caso del ethereum, señalan que la clave está en mostrar "fortaleza" en el entorno actual de precios con el objetivo de echar el lazo a la resistencia de los 3.260 dólares.