Las bolsas europeas volvieron a toparse con Ucrania en su intento de remontada. La llegada de ciberataques, la autorización de que los civiles porten armas y la movilización de reservistas en el país europeo liquidaron el impulso que los resultados corporativos imprimían a primera hora. El Ibex 35 cerró con caídas del 0,63% en los 8.440,1 puntos después de haber tentado la reconquista de los 8.600 a primera hora.

El retroceso más sonoro se lo llevó Indra. La tecnológica perdió un 9,4% de su valor en bolsa, al fondo indiscutible del índice español después de que el Gobierno haya autorizado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a incrementar su peso en el capital de la compañía del 18,75% actual al 28%. Una operación que restará protagonismo y eventualmente podría diluir al resto de accionistas.

Del lado de las pérdidas, el grueso del sector financiero con Banco Sabadell a la cabeza entre descensos del 3,5%. Y seguido de cerca por CaixaBank, un 2,9% abajo.

Más abultado fue el castigo para Aena. El gestor semipúblico de los aeropuertos españoles sufrió un retroceso del 3,6% en bolsa a pesar de haber reducido a la mitad sus pérdidas en 2021, hasta los 60 millones de euros. La actividad de la cotizada aún siguió penalizada por la pandemia. 

Tampoco consiguieron una acogida amable las cuentas de Red Eléctrica, cuyas acciones retrocedieron un 1,8% después de haber publicado un beneficio de 680,6 millones de euros. Aunque la cifra supuso una mejoría del 10% frente al ejercicio 2020, se quedó por debajo de las estimaciones de consenso.

Del otro lado de la tabla de revalorizaciones, a pesar de bruscos altibajos a lo largo de la sesión, Rovi se convirtió en el gran amortiguador del índice español. Sus acciones sumaron un 3,4% después de haber publicado un beneficio neto de 153,1 millones de euros. Un 151% más que el año pasado, en gran medida gracias a la aportación de la fabricación para terceros, una rama en la que se incluye la producción de la vacuna contra la Covid-19 de Moderna.

También se coloca en el lado amable de la tabla de revalorizaciones, Endesa. Sus acciones cotizaron con avances del 3% los números que dio a conocer al cierre del martes, en los que señaló un beneficio de 1.902 millones de euros para 2021. Por encima de sus estimaciones objetivo para el ejercicio.

Su compañera de sector, Iberdrola también aportó su parte en la resistencia alcista. La presidida por Ignacio Galán celebró con subidas del 1,3% un beneficio récord de 3.885 millones de euros alcanzado al cierre de 2021. Una parte que supuso un 8% más que al término del año anterior.

Con todos estos ingredientes, el Ibex 35 perdió la batalla de marcar distancias con los máximos intradía de la jornada de ayer martes. Si entonces se apuntó un radical giro después de haber arrancado la negociación con caídas próximas al 3%, hoy la ruta fue a la inversa.

Por el mercado secundario de deuda soberana, el bono español a diez años marca una rentabilidad del 1,27%. No obstante, la prima de riesgo se mantuvo relativamente estable en torno a los 102 puntos básicos. Una situación que se repitió en el resto de papeles periféricos de la moneda común.

En lo que se refiere a la agenda financiera del día, destacó el índice GfK de clima del consumo en Alemania, que con una contracción de 8,1 puntos se quedó por debajo de las ya pesimistas previsiones de consenso. Más relevante aún, el dato de inflación de la Eurozona para enero, que confirmó el salto interanual del 5,1% que ya arrojó su lectura adelantada hace unas semanas.