Rusia ha iniciado los bombardeos sobre Ucrania y la guerra abierta en la frontera este de Europa golpeó los mercados con una fuerza aplastante. Las bolsas europeas llegaron a hundirse más un 5%, aunque lograron suavizar su caída al cierre de sesión, mientras que varias materias primas energéticas y de refugio inversor se dispararon con fuerza.
En el caso del Ibex 35, los descensos alcanzaron el 2,86%, en los 8.198,5 puntos, que supusieron mínimos del último año para el índice pese a mejorar sus mínimos intradía. Los analistas señalaron que las caídas de los últimos días ya habían descontado en parte la posibilidad de este desenlace, que de momento se ha centrado en la destrucción de elementos de defensa e infraestructuras de Ucrania.
Entre los valores más golpeados dentro del índice español, Banco Santander, que se dejó un 7,7%. Un porcentaje al que también se aproximó Banco Sabadell (-7%). Un 6,3% perdió BBVA y la factura a CaixaBank alcanzó el 5,6% pesar de que, como explicó ayer el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ni la banca europea ni la española tienen exposiciones significativas al mercado ruso o ucraniano.
Los retrocesos se repitieron con fuerza en otros valores que, como Amadeus (-2,2%), Inditex (-3,9%) y Fluidra (-0,6%), sí tienen más presencia en Rusia. En este sentido, la implantación de sanciones desde los países occidentales que podría penalizar su negocio o presencia en el país euroasiático fue el motivo de las caídas.
Lo mismo ocurrió para IAG, que cayó un 5,9% ante el impacto que el conflicto tendrá para las aerolíneas. Algo que se extendió para el conjunto de un sector turístico que todavía no había podido reponerse por completo del golpe de la pandemia. Además, varias compañías se apresuraron en suspender sus rutas hacia Ucrania.
Muy pocos valores consiguieron amortiguar el golpe de las bombas de Putin, pues los inversores también mostraron su miedo ante cuáles serán los efectos de las sanciones que la comunidad internacional anunció o comenzó a estudiar.
Al frente de este bloque, las renovables ante la perspectiva de que su producción energética sea más necesaria si se resiente el suministro de gas procedente de Rusia. Subidas del 10,5% para Siemens Gamesa, del 10,1% para Solaria, del 4,4% para Acciona y del 0,9% para Iberdrola.
Por encima de todas ellas, Indra, que subió un 12% gracias a su implicación en el sector de defensa y por efecto rebote un día después de haber caído con fuerza por el próximo refuerzo de posiciones del Estado español en su capital.
No corrió la misma suerte Telefónica, que terminó con descensos del 1,8%. Y eso a pesar de haber sacado pecho durante buena parte de la sesión escudada en sus resultados anuales, con un beneficio cinco veces superior al de hace un año.
Como en anteriores ocasiones, la peor parte volvió a llevársela la Bolsa de Moscú, de donde los inversores internacionales se apresuraron a retirar posiciones. El índice MOEX de referencia se dejó un 35% mientras que el índice RTSI denominado en dólares aceleró hasta llegar a perder la mitad de su valor en algunos cruces.
La clara posibilidad de que los suministros de materias primas energéticas se redujesen o cortasen, más el efecto de sanciones como el adiós al proyecto del gasoducto Nord Stream 2, llevaron al futuro del gas natural a dispararse con una fuerza pocas veces conocida.
El encarecimiento del gas fue de hasta un 63% en su referencia europea -que se quedó en el entorno del 35% al cierre- y superior al 6% en los contratos estadounidenses. Por su parte el petróleo llegó a subir más de un 8% hasta superar los 100 dólares por barril de Brent. Una cota de la que se apeó a última hora.
El bono español a diez años se replegó hacia tipos del 1,17%, unas cotas que no se veían desde principios de mes. Sin embargo, la prima de riesgo se quedó por encima de los 105 puntos básicos debido a la mayor concentración de apuestas compradoras sobre el 'bund' alemán.
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