Rusia sigue armando su escudo anti-sanciones. El Banco Central de Rusia ha bloqueado la salida de inversores extranjeros. Les prohíbe ya la venta de acciones, de bonos rusos y el cobro de dividendos de aquellas empresas en las que estén invertidos. 

Es la respuesta del Gobierno ruso a las sanciones internacionales, que conllevan también un bloqueo al pago de los cupones de deuda para los inversores extranjeros en deuda soberana denominada en rublos. 

Se trata de unas restricciones que se aplicarán por tiempo indefinido, pero a las que no están sometidos los inversores locales.

28.000 millones

"Los emisores son libres de tomar las decisiones que consideren sobre el pago de dividendos y otros valores", dice el banco central. Ahora bien, "esos pagos reales no se harán a los inversores extranjeros", destaca en un comunicado el regulador, en un texto recogido por Reuters. 

Estimaciones de esta agencia cifran en 28.000 millones de dólares el dinero que los inversores extranjeros tienen en bonos de deuda soberana rusa con fecha a 1 de febrero. Además, el Depositario Nacional de Liquidación estudia también la manera de limitar los derechos que tienen los extranjeros a vender sus activos en Rusia. 

De momento, ni Euroclear ni Clearstream, los sistemas de liquidación más grandes del mundo, aceptan activos rusos. Las sanciones internacionales han obligado a cerrar la bolsa de Moscú por tercer día consecutivo, aunque los ETF (derivados) sobre el principal índice ruso se dejan ya un 50% de su valor desde el pasado jueves. 

El Bitcoin está siendo una válvula de escape para el capital de los ciudadanos rusos que han visto como también les han prohibido sacar más de 10.000€ del país. La criptomoneda ha superado los 44.000 dólares.