¿Puede China rescatar a Rusia?
Las sanciones impuestas a Rusia pueden tener consecuencias devastadoras para el país y su población. El alcance real del daño que se pretende infringir con ello a Putin dependerá de si Rusia logra eludir las sanciones o, al menos, mitigarlas.
En ese escenario, China emerge en el horizonte como una vía para “esquivar” el efecto de las sanciones. Es importante destacar antes que la posición política de China sobre el ataque de Rusia contra Ucrania sigue sin estar clara. Hay que recordar que el 4 de febrero, durante los Juegos Olímpicos de Beijing, los presidentes Xi y Putin firmaron un marco de cooperación.
Pero ¿hasta qué punto puede Rusia realmente mitigar el impacto de las sanciones occidentales a través de sus vínculos económicos y financieros con China?
La medida más dañina para Rusia es claramente la prohibición de la UE sobre las importaciones de gas ya que el gas que entra en Europa es cuatro veces mayor en volumen que el que entra en China. Si bien Irán -cuarto país productor de crudo mundial- es un precedente para estas sanciones, no es directamente comparable dadas las interconexiones más amplias de las instituciones financieras rusas con el resto del mundo. Posiblemente, la medida más inédita sea la congelación de los activos en moneda fuerte del Banco de Rusia, así como los del fondo soberano ruso y el Ministerio de Finanzas.
En los frentes económico y financiero, China ha sido hasta ahora pragmática. Se ha dado instrucciones a los bancos estatales para que cumplan con las sanciones occidentales y, de hecho, se han descontinuado muchas de las líneas de crédito con sus contrapartes rusas. El otro lado de la moneda es que China ha anunciado el levantamiento de los límites a las importaciones de trigo de Rusia, que recordemos estuvieron vigentes durante algún tiempo debido a preocupaciones derivadas de la pandemia. Por lo tanto, China está cumpliendo con la letra, pero no con el espíritu de la ley. En otras palabras, China está lista para ayudar a Rusia.
La medida más dañina para Rusia es claramente la prohibición de la UE sobre las importaciones de gas.
Los lazos comerciales más fuertes con China y las sanciones occidentales probablemente empujarán a Rusia a aceptar, a regañadientes, el renminbi como medio de pago. Según los datos de SWIFT, el uso del renminbi en Rusia ha aumentado rápidamente en los últimos meses y los depósitos en renminbi en Hong Kong se han disparado en los últimos meses. Rusia puede por tanto intensificar el comercio con China para mitigar el impacto de las sanciones occidentales en su economía, pero solo si está dispuesta a aceptar una importancia cada vez mayor del renminbi en la economía rusa.
La velocidad de la dependencia económica y financiera de China dependerá también de las propias necesidades de Rusia. Mientras la UE siga importando gas de Rusia a precios elevados, Rusia puede contar con una reserva de divisas lo suficientemente grande para las importaciones (su superávit por cuenta corriente estimado es de entre 200.000 y 250.000 millones de dólares). Rusia evitaría así el colapso económico siempre que los ingresos en divisas sean suficientes para atender las importaciones y el servicio de la deuda en moneda extranjera.
Esto significaría que Rusia no necesita saltar a los brazos de China en busca de ayuda. Pero, si la UE prohibiera de verdad las importaciones de petróleo, EE.UU. llegara a un acuerdo con otros productores de petróleo (Irán o Venezuela) para extraer más petróleo y se liberasen reservas estratégicas, la cosa cambiaría radicalmente.
Para China, el valor de aumentar la cooperación económica con Rusia es evidente. El marco de cooperación del eje ruso-chino incluye dos proyectos para exportar gas ruso a China. El gasoducto Power of Siberia II conectaría la provincia de gas de la península de Yamal. Pero pasarán años antes de que Rusia pueda contar con China para absorber la mayor parte de su producción de gas.
El uso del renminbi en Rusia ha aumentado rápidamente en los últimos meses
Así pues, si Occidente aumentara la presión bloqueando las exportaciones de energía la economía rusa sufriría incluso con la ayuda china. A más largo plazo, el rebalanceo energético tiene sentido per hoy por hoy, Rusia carece de la conectividad física para redirigir las exportaciones de gas de oeste a este.
La infraestructura financiera de China no está lo suficientemente desarrollada mientras que su sistema de pagos internacionales es muy dependiente de SWIFT y aún no es lo suficientemente líquido. Además, es difícil imaginar que el Banco de Rusia esté dispuesto a fomentar la circulación de una moneda no convertible (como es la moneda digital) en un momento en que el rublo se está hundiendo. De hecho, el proceso de renminbiización de la economía rusa dificultaría aún más la gestión monetaria en Rusia.
China podría ayudar a Rusia convirtiendo las reservas de renminbi en moneda fuerte, pero el riesgo reputacional de violar las sanciones occidentales sería enorme. Convertir a Rusia en un aliado serio y creíble en términos energéticos y comerciales es más beneficioso para China que para los rusos.
China podría fortalecer su seguridad energética al convertirse en el mayor importador de petróleo y gas de Rusia, si no el único. En segundo lugar, el progreso en la internacionalización del renminbi se aceleraría sin tener que renunciar a los controles de capital. Más allá de su compromiso político, China tiene un incentivo económico para apoyar a Rusia siempre que no infrinja las sanciones occidentales por lo que la amenaza es más de largo plazo que de corto plazo.