Poco a poco parece que la presión alcista sobre el barril de petróleo se va relajando aunque el mercado está sufriendo por una supuesta prohibición de importación al petróleo de Rusia. Este hecho, está provocando en los precios al contado del barril de petróleo se coloquen por encima de los del futuro, lo cual no es lo habitual.
Sin embargo, esto no parece que pueda ser una realidad en el corto plazo puesto que la dependencia de países como Alemania, Austria o Hungría es muy alta y sería como dispararse en el corazón de la economía de dichos países.
Pero si hacemos un poco de memoria, esto es exactamente lo mismo que pensábamos antes de la guerra. Entonces, estábamos viendo un barril de petróleo entre los 60 y los 90 dólares, con una alta volatilidad y que salió disparado hacia los 130 dólares con la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Así que realmente, con la guerra encima de la mesa desde hace más de mes y con los precios de vuelta a los 100 dólares, todo parece indicar que las aguas vuelven a su cauce. Eso sí, con la misma alta volatilidad de entonces.
Si volvemos a hacer un nuevo acto de memoria o en su defecto miramos qué es lo que ocurrió en la Guerra de Crimea en el año 2014, veremos qué es lo que ocurrió con los precios del petróleo posteriormente.
Viendo este gráfico y, sobre todo, que los precios de los futuros sobre el petróleo estén cotizando por debajo del precio del contado, solo me dice que el tensionamiento de los precios de petróleo por la Guerra de Ucrania es claramente temporal y que pesa mucho más el riesgo de recesión global al que nos estamos encaminando.
Y un claro ejemplo lo tenemos con China, con un gran confinamiento en Shanghái y unas estimaciones de crecimiento para el 2022 y 2023 por debajo del 5%.