Volantazo de la Reserva Federal a su política monetaria. Adopta su mayor giro desde el año 2000 para frenar el avance de la inflación en Estados Unidos. Sube tipos medio punto hasta el rango del 0,75% - 1% y habrá más en los próximos meses. Una política 'hawkish' con la que Jerome Powell quiere enderezar el rumbo de los precios y que eleva la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) sobre una subida de las tasas de interés a este lado del Atlántico.
El cambio ha sido bien recibido por los inversores que ya habían sido prevenidos por Powell en las últimas semanas. Y es que a la FED le preocupan "los riesgos inflacionarios" que se ciernen sobre la economía estadounidense. Los precios registran la tasa más alta de los últimos 40 años y el Comité de Mercado Abierto "está muy atento a los riesgos inflacionarios" por lo que habrá nuevos incrementos.
Ha sido el propio presidente de la FED el que ha avisado de que en las dos próximas reuniones se pondrán sobre la mesa nuevas subidas de medio punto. Eso sí, lo que no termina de ver claro es que se vaya a producir un aumento de tres cuartos de puntos. "No es algo que el Comité esté considerando", ha sentenciado Powell durante la rueda de prensa.
El objetivo, por tanto, se mantiene en cerrar el año con unas tasas de interés cercanas al 2%, tal y como estaba previsto. Pero no sólo eso. Es que la FED va a acelerar su proceso de reducción de la cartera de activos. Actualmente es de 8,9 billones de dólares. A partir de junio comenzará a rebajarla en 47.500 millones mensuales y tres meses después cogerá velocidad de crucero en 95.000 millones al mes (60.000 millones en bonos y 35.000 millones en valores hipotecarios).
Powell considera que este giro radical va a ser bien aceptado por la economía de Estados Unidos. "Aunque la actividad económica se ralentizó en el primer trimestre, el gasto de las familias y la inversión fija de las empresas se mantuvo fuerte", destaca. Además, destaca la "robusta" creación de empleo en los últimos meses. Es decir, que no debería haber problemas para que el PIB americano siga creciendo.
Este giro 'hawkish' de Jerome Powell incrementa todavía más la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE). Los halcones que rodean a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, llevan semanas exigiendo un giro más agresivo a la política monetaria en la Eurozona. Sin embargo, no ha sido hasta hace una semana cuando Lagarde ha comenzado a dar su brazo a torcer.
La presidenta del BCE ha dejado entrever que antes de que acabe el año podríamos ver aumentos de tipos en Europa. Ha sido su vicepresidente, Luis de Guindos, el que ha puesto una fecha en el horizonte: mes de julio. Y es que entre algunos miembros del BCE empieza a existir preocupación por la inflación en la Eurozona, que en abril era ya del 7,5%. La más alta desde la creación de la moneda única.
Dudas del BCE
Existen muchas dudas en el seno del BCE sobre qué hacer y cuándo. Tanto que, según Reuters, Lagarde ha pedido a los miembros del Consejo que midan sus palabras en público y que no aireen las diferencias que existen entre ellos acerca de cómo actuar para poner coto a los frenos.
De momento el BCE va a ir frenando su programa de compras de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés) hasta llegar al tercer trimestre del año. Antes realizará compras netas por valor de 30.000 millones en mayo y 20.000 millones en junio. Será entonces cuando se decida qué hacer y si se pone final o no al APP. Todo dependerá de lo que digan los datos macroeconómicos.
Será la segunda vez que paralice ese programa de estímulos que puso en marcha en 2014. En concreto, lo paralizó entre enero y octubre de 2019 cuando se limitó a reinvertir los vencimientos, algo que mantendrá a partir de junio si decide poner punto final a las compras de bonos del Estado.
Veremos cómo se toman el giro en Estados Unidos los mercados europeos este jueves. De momento, en Wall Street los índices han cerrado en positivo. Así, el Dow Jones ha subido un 2,81% hasta los 34.061 puntos. El S&P 500, por su parte, ha repuntado un 3% hasta los 4.300 mientras que el tecnológico Nasdaq se ha anotado un 3,19% en los 12.964 puntos.
El bono a diez años de estadounidense, por su parte, ha caído casi un 2% hasta situarse en un rendimiento del 2,94%.