El mercado de valores estadounidense acumula seis semanas consecutivas de caídas y con ello se ha alcanzado un nivel de sobreventa altamente notable que ha llevado por ejemplo a que el índice del miedo y la avaricia de la CNN haya alcanzado el nivel de 6 puntos sobre 100.
Esto, como es obvio, junto con unos niveles de sobreventa extremos en muchos osciladores provocaban una reacción en los mercados estadounidenses que permitieron al selectivo español saldar la semana en positivo y en el caso del Nasdaq 100 mitigar el dolor afligido en los inversores dejando la semana con un saldo negativo de tan solo el 2,41 por ciento que no parece nada tras haber visto el jueves cotizaciones por debajo de los 11.700 puntos.
Y es que el mercado llevaba una corrección acumulada de más de 3.500 puntos de Nasdaq sin prácticamente ninguna reacción alcista desde sus máximos en los 15.265 puntos tan solo mes y medio antes de los cuales en las últimas ocho sesiones bursátiles hasta el jueves se había dejado 1.864 puntos tal y como podemos ver en el siguiente gráfico.
Sin embargo, lo importante de todo esto no está en que ha podido comenzar ahora una reacción alcista sino más bien en la formación activada de un enorme Hombro Cabeza Hombro. Activado con las caídas del lunes y ahora en pleno proceso de pull-back y que nos avisa de un techo de marcado de largo plazo.
De hecho, el titular de la bolsa de esta semana sería precisamente ese: el mercado ha rebotado fruto del extremo nivel de sobreventa que acumulaba, pero ha rebotado solo hasta donde tenía que rebotar. Y realmente hasta ahí sabemos. Es cierto que la sesión del viernes acabó y se quedó ante la proyección de la línea clavicular del enorme Hombro Cabeza Hombro, por lo que todos los escenarios están abiertos. No queda otra que esperar a ver qué es lo que ocurre con este proceso de pull-back en el que si se marcan nuevos mínimos semanales no habrá nada que hacer.
La figura quedaría totalmente confirmada si perdemos los 11.692 puntos y nos iremos a la baja con una proyección de caída de unos 2.870 puntos desde su ruptura, es decir, que nos mandarían los precios a los 9.610 puntos.
Esto nos colocaría claramente por debajo del nivel crítico del 61,8 por ciento de todo el movimiento ascendente vivido tras los mínimos de la pandemia que se encuentra en los 10.589 puntos y en donde tal y como podemos ver en el siguiente gráfico encontraría a modo de soporte los máximos previos prepandémicos de febrero de 2020.
A fecha de hoy son muy pocos los inversores que piensan que este escenario es posible, de hecho, los inversores se han tirado toda esta semana comprando como locos a manos llenas mientras que los institucionales están vendiendo, que a fin de cuentas es lo que siempre ha ocurrido en los techos de mercado.
Llevamos 6 meses de mercado bajista y muchos ya piensan que lo peor ha pasado cuando realmente ahora estamos asistiendo a la certificación oficial de mercado bajista con esa enorme figura de techo de mercado con la que suelen finalizar los mercados alcistas como el que hemos tenido la suerte de disfrutar desde hace 12 años tal y como podemos ver en el siguiente gráfico.
He aquí el porqué de la importancia de las próximas semanas. En caso de acreditar la figura de techo, el mercado podría purgar no el 61,8 por ciento de la reacción alcista desde los mínimos de la pandemia sino el 61,8 por ciento de todo el mercado alcista desde marzo del año 2009.
Esto nos llevaría a visitar los 6.895 puntos del Nasdaq 100. Un nivel de precios para muchos imposible de volver a ver, pero ni aún así implicaría la devolución de la totalidad de las subidas desde los mínimos de marzo del año 2020 por la pandemia aunque sí que es cierto que estarían cerca.
Este tipo de formaciones de techos ya las hemos visto con anterioridad y hay que tenerlas mucho respecto. Sobre todo ahora cuando aparentemente no vamos a tener a la Fed de nuestra parte al tener que luchar contra una inflación que está por verse si podrá encauzarse a niveles del 2% como tienen intención los grandes bancos centrales.
De ahí la gran importancia de invalidar esta figura porque sus efectos son claramente muy catastróficos tanto en el corto como en largo plazo puesto que nadie quiere ver como el mercado cae un 60 por ciento desde sus máximos de noviembre del año pasado.