Vayamos directamente al grano de la cuestión. La situación de los mercados en este año está siendo compleja, con caídas prácticamente en todas las clases de activos y además en todas las zonas geográficas. Tanto la renta fija como la renta variable están generando rentabilidades negativas, en multitud de mercados cercanas al 10% en lo que va de año.
De primeras, este es un escenario que no nos gusta a ningún inversor. Como es lógico, a nivel emocional nos aporta más satisfacción y tranquilidad ver una línea que va para arriba, en lugar de una que cae hacia abajo.
Además, aún más picor nos produce el hecho de que, si miramos a las noticias, parece que no hay ningún buen activo donde uno pueda invertir, que la única opción sensata es quedarse quietos y esperar “a ver qué pasa”. Sin embargo, lo que estamos viviendo no es ninguna excepción: es parte de la vida de un inversor, siendo el ingrediente fundamental para obtener rentabilidad a largo plazo.
Desafíos
Estamos experimentando una fuerte inflación global no vivida en décadas, generada principalmente por el aumento de los costes energéticos, pero también por los desequilibrios en las cadenas de suministros que surgieron durante la rápida reactivación económica después del parón total a nivel global causado por el covid-19.
La guerra en Ucrania, y las sanciones adoptadas, han intensificado el ascenso de la inflación, aumentando la probabilidad de que se mantenga elevada durante un mayor tiempo.
Para combatirla, la Reserva Federal (Fed) americana, que es el principal banco central a nivel global, ha comenzado a subir tipos (0,5% en mayo 2022) y además indicando que continuará hasta controlar la inflación, descontando el mercado que subirán tipos en cada una de las reuniones hasta finales de año.
Por su parte, también se espera que el Banco Central Europeo (BCE) suba tipos de interés en la segunda mitad del 2022, aunque previsiblemente de manera más lenta que la Fed. Pese a este panorama global desafiante, con expectativas de crecimientos económicos a la baja, existen razones de peso para preservar la calma.
Mantente firme
Toda evidencia empírica demuestra como la clave para obtener la rentabilidad esperada en el largo plazo no se basa en la búsqueda de activos más idóneos para invertir en este momento, ni en el espejismo de tratar de adivinar si hoy es un buen día para entrar en el mercado, o si es mejor que venda ya lo mío en anticipación a posibles caídas.
Sino de todo lo contrario: invertir de forma altamente diversificada, tratando de mantener esa inversión el mayor tiempo posible ya que, cuanto mayor sea el periodo de inversión, mayor es la probabilidad de aumentar tu rentabilidad.
De hecho, los mercados globales, ante eventos geopolíticos relevantes, guerras o atentados, suelen reaccionar bruscamente en el muy corto plazo, pero luego recuperan bastante rápido y siguen creciendo por encima de ello.
Por esta razón, un inversor que se deja secuestrar por sus propias emociones y por estímulos mediáticos del día a día, probablemente esté cometiendo uno de los peores errores que un inversor puede cometer, ya que ha quedado ampliamente demostrado tras décadas y décadas como este comportamiento reduce considerablemente las rentabilidades obtenidas.
Indexación
Muy interesante, pero, ¿cómo puedo ponerlo en práctica? Esto es probablemente lo que muchos lectores se estén preguntando ahora mismo.
La clave para invertir de forma exitosa a largo plazo, y, más aún, en momentos de alta incertidumbre, pasa por tener una cartera de inversión robusta y bien diversificada. Un gestor automatizado te da acceso a esta solución de forma indexada y a costes muy bajos.
El modelo de inversión indexada ofrece acceso a carteras con exposición global altamente diversificada, cubriendo distintas clases de activos y regiones geográficas.
El resultado es una disminución significativa del riesgo para el inversor, además de aportar una mejora sustancial de la rentabilidad a largo plazo y batiendo consistentemente a la media de los fondos de inversión y planes de pensiones comparables.
Adicionalmente, al implementar la última tecnología, se optimizan los procesos y se consiguen minimizar los costes de estructura, lo que permite ofrecer una reducción sustancial en las comisiones frente a las alternativas bancarias.
Invertir es disciplina: elige un modelo de inversión bien diversificado, invierte a largo plazo y no te dejes afectar por las emociones. Te irá bien.
*** Giorgio Semenzato es CEO y cofundador de Finizens.