Los principales índices de Wall Street no han logrado librarse de las fuertes caídas en la apertura de la sesión de este lunes. Se mantienen los miedos a que los bancos centrales endurezcan más y más rápido sus políticas monetarias para luchar contra la inflación y que estos terminen provocando una recesión económica.
Así, en los primeros instantes de negociación, el Dow Jones se dejaba un 1,99%, hasta los 30.791,47 puntos; el S&P 500, un 2,36%, hasta los 3.808,67, y el Nasdaq, un 2,85%, hasta los 11.019,91 enteros.
Todos los valores del Dow Jones cotizaban con caídas. Las más abultadas eran las de Boeing (-4,61%), Salesforce (4,09%) y Nike (3,52%).
También destacaban las caídas de las grandes tecnológicas, como Microsoft y Apple, que se dejaban un 2,94% y un 2,63%, respectivamente. Fuera del selectivo, los gigantes del sector sufrían descensos. Alphabet, la matriz de Google, restaba un 2,89%; Amazon, un 3,71%; Tesla, un 3,14%, y Netflix, un 2,47%.
Por el contrario, el interés del bono estadounidense a 10 años vuela por encima del 3%. Exactamente, la rentabilidad exigida por los inversores llega al 3,25%, máximos de mediados de 2011.
Antes del toque de campana en Wall Street, la curva de tipos de EEUU se ha invertido por primera vez desde el pasado abril. La inversión solo ha tenido lugar durante unos instantes en los que el interés del bono estadounidense a 2 años ha superado el del bono con vencimiento a 10 años.
El pasado viernes, la referencia a 24 meses alcanzó el 3% por primera vez desde 2008.
La inversión de la curva de tipos suele ser interpretada por el mercado como una señal de que en el próximo año y medio tendrá lugar una recesión económica.
Se mantiene, por tanto, las caídas con las que la Bolsa de Nueva York cerró la jornada del viernes, tras conocerse que la inflación alcanzó en mayo el 8,6%, un nivel no visto desde diciembre de 1981 y que podría empujar a la Reserva Federal (Fed) a endurecer más rápido sus políticas monetarias.
Este miércoles se conocerán las conclusiones de la reunión de junio del banco central estadounidense. Se espera que la institución suba sus tipos de interés en 50 puntos básicos, hasta el rango objetivo del 1,25% al 1,5%.
Asimismo, el mercado descuenta otras dos subidas de 50 puntos básicos en las dos siguientes citas, de julio y septiembre, para luego continuar elevándolos hasta cerrar el año en niveles del 3%. Ese porcentaje está por encima de lo que la propia institución considera niveles de neutralidad -lo suficientemente altos para frenar la inflación pero sin dañar a la economía- del 2,4%.
El foco del mercado, por tanto, también se pondrá sobre el dot plot - diagrama de puntos- de la Fed, que previsiblemente revisará al alza en marzo, y sobre la actualización de sus previsiones macroeconómicas.
“La credibilidad de la Reserva Federal -la herramienta más poderosa que tienen los bancos centrales para influir en la inflación a través de las expectativas- está en juego”, advierten en la gestora Federated Hermes. Algunos expertos comienzan a predecir incluso subidas de 75 puntos básicos.
Se mantiene, por tanto, el ‘rojo’ en Wall Street después de que el parqué neoyorquino cerrase el viernes su peor semana en varios meses. El Dow Jones se dejó un 4,58%; el S&P 500, un 5,05% y el Nasdaq, un 5,60%.