Hasta que conocimos los datos de inflación hace dos viernes, los mercados descontaban una subida de tipos del 0,5%, que ya de por sí igualaban la mayor subida de tipos en dos décadas.
Sin embargo, el dato lo cambió todo y acabamos teniendo, junto con la reducción del balance de la Fed a razón de 45.000 millones de dólares al mes, la subida más grande registrada por la Fed en tres décadas en un intento de subir los tipos lo más rápido posible para conseguir tenerlos lo más alto posibles para cuando llegue la recesión.
Sin embargo, parece que olvidan que este tipo de movimientos están precisamente acelerando la llegada de dicha recesión.
La idea es bien sencilla: colocar los tipos de interés en el 3% para conseguir el colchón suficiente como para luego poder salir de la recesión bajándolos de nuevo. Esto sobre el papel suena muy bien, pero no tienen en cuenta dos circunstancias.
La primera es que no prevén que la recesión ha podido comenzar ya y la segunda es que no valoran que el mercado de valores pueda desplomarse como consecuencia de la vigorosidad de la subida de tasas de interés.
En este gráfico podemos ver la comparativa del S&P 500 en el techo del año 2007 y en el del año pasado. Cuando menos el paralelismo hasta el momento es inquietante, y lo que es peor, con una curva de tipos invertida, la confianza de los consumidores por el suelo, el desplome del consumo de bienes duraderos, etc. va a ser muy difícil esquivar la recesión por lo que nada nos indica de que estemos cerca de estar en el suelo del mercado.
En cuando la Fed se dé cuenta de que ha ajustado demasiado rápido sus medidas restrictivas, será demasiado tarde para salvar la economía. De momento, solo los millennials se están quedando atrapados en sus idílicas fantasías en donde pensaban convertirse en millonarios sin pegar un palo al agua, pero cada vez más rápido y más gente se quedará atrapada en sus inversiones.
Como tantas veces he comentado ya en todos los medios que me es posible, este año lo he bautizado como el año del "pilla-rebote". Ya no sirve la estrategia de comprar y esperar, sino que lo quedemos hacer es mantenernos en la máxima liquidez posible para entrar solo en momentos de alto pánico como el que estamos viviendo estos días para conseguir un pequeño porcentaje en cuando llegue el rebote y volver a resguardarse de nuevo en liquidez hasta el próximo episodio de pánico.