Todos los indicadores de fin de ciclo están presentes en la economía mientras que el mercado de valores, que siempre se adelanta al techo del ciclo expansivo, lleva ya casi ocho meses bajando. Sin embargo, el conflicto de intereses de la mayoría de los expertos, políticos y bancos centrales impide que se pueda hablar abiertamente y sin tapujos de que el ciclo más expansivo de la historia ha terminado.
Las condiciones económicas actuales de la encuesta de la Universidad de Michigan están en el nivel más bajo de la historia y eso que todavía no estamos oficialmente en recesión. Así que esto es solo una pequeña muestra de lo que se nos viene por el camino.
[El pánico de la Fed con la inflación que acabará trasladando al mercado]
Los hogares están siendo exprimidos por los altos precios en todo tipo de productos en un momento donde todo el mundo está acostumbrado a gastar tanto dinero como sea posible. El concepto de frugalidad es una reliquia de una época pasada que ha dado paso a la nueva normalidad de maximizar la deuda con unas tasas de interés promedio que ahora superan el 20%.
En esta tabla, pueden ver la tasa promedio de las nuevas ofertas de tarjetas de crédito, que ha superado el 20% para colocarse en el 20,17%.
Muchos grandes economistas piensan que la Fed ha perdido la credibilidad ya de forma permanente y que no podrá derrotar a la inflación a pesar de una velocidad nunca vista a lo largo de la historia aplicando su política monetaria restrictiva.
La tendencia bajista en la rentabilidad que arroja el bono estadounidense a 30 años ya está rota al alza y muy pronto deberíamos ver la superación de los máximos que vimos en el año 2018, justo cuando la Fed puso en marcha su anterior plan de reducción de su balance y que precisamente tuvieron que parar porque el mercado más importante e inteligente del mundo les habló alto y claro.
Ahora, volverá a hablar alto y claro, pero en un ambiente altamente inflacionario, por lo que la Fed se encuentra entre la espada y la pared y en donde va a tener que elegir entre seguir drenando liquidez o salvar a los mercados de valores.