Los principales índices de Wall Street arrancaban la sesión en negativo. El parqué neoyorquino no lograba extender las ganancias registradas durante la semana anterior, en la que la caída de los precios de las materias primas alivió las preocupaciones de los inversores sobre la inflación.
Exactamente, tras el toque de campana en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones cedía un 0,09%; hasta los 31.469,84 puntos; mientras que el S&P 500 se dejaba un 0,14%, hasta los 3.905,89 enteros, y el Nasdaq Composite, un 0,34%, hasta los 11.561,24 puntos.
Dentro del índice, las mayores subidas eran las de American Express (1,33%), Chevron (1,11%) y Merck (0,93%). Por el contrario, las mayores caídas eran las de Boeing (2,08%), Dow (1,34%) y Salesforce (1,16%).
Fuera del Dow Jones destacaban los movimientos de Robinhood y Coinbase. Las acciones de la primera plataforma se revalorizaban un 3,5% después de que los analistas de Goldman Sachs mejorasen su consejo hasta ‘neutral’ desde vender.
Por el contrario, los mismos expertos han reducido su recomendación sobre Coinbase hasta ‘vender’ desde ‘comprar’, lo que provocaba que sus títulos bajaran un 4,8%.
Antes de la apertura de la sesión, se ha conocido que los pedidos de bienes duraderos en EEUU subió un 0,7% en mayo respecto al mes anterior, una cifra que ha superado las expectativas de los analistas, que esperaban un incremento del 0,1%.
Por otro lado, el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), utilizado como una de las referencias para medir la inflación, subió un 5,1% en el primer trimestre del año. El deflactor del PIB -otro índice de precios-, subió un 8,1% en el mismo periodo.
Así, Wall Street no lograba ampliar, al menos en la apertura, las fuertes subidas registradas en la última semana. Con solo cuatro días operativos después de un lunes festivo en EEUU, el Dow Jones sumó un 5,4%, el selectivo S&P 500 un 6,5% y el índice compuesto Nasdaq un 7,5%.
Solo les tembló el pulso este miércoles, cuando el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, aseguró que el organismo mantendrá su política de subidas de los tipos de interés aun a riesgo de que el país entre en una recesión, un escenario que no descartó.
En una comparecencia ante un comité del Senado de EEUU, Powell subrayó que un "aterrizaje suave" de la economía sigue siendo el objetivo de la Fed -es decir, una bajada de la inflación que afecte en lo mínimo la actividad económica-, pero admitió que este escenario es cada vez "más difícil".
Por el contrario, la semana anterior fue la peor para la Bolsa de Nueva York desde el inicio de la pandemia, a principios de 2020. El S&P 500 entró en mercado bajista al caer más de un 20% por debajo de sus últimos máximos.
En el arranque de la jornada al otro lado del Atlántico, el petróleo West Texas Intermediate, de referencia en EEUU, cedía un 0,73%, hasta los 106,80 dólares por barril. Los descensos coinciden con las conversaciones del G7 sobre nuevas sanciones a Rusia y después de que la semana pasada su valor se redujera un 2,8% por los temores a una eventual desaceleración económica.