La paridad del euro frente al dólar parece volver a estar a la vuelta de la esquina. Esta semana, la divisa comunitaria ha perdido un 1,7% de su valor respecto a la moneda estadounidense, en un contexto en el que sigue preocupando la evolución de la economía mundial y los elevados niveles de inflación.
El euro, que ha llegado a cambiarse a 1,007 dólares, se encaminaba hacia su peor semana desde principios julio. A mediados del mes pasado, y por primera vez en 20 años, la divisa comunitaria perdió la paridad frente al dólar. Llegó a cambiarse a 0,9952 'billetes verdes'.
La moneda única se ha visto afectada desde el pasado lunes por un aluvión de datos macroeconómicos, desde las ventas minoristas y la producción industrial de China -que fueron peores de lo previsto- hasta el producto interior bruto (PIB) de la eurozona, que creció un 0,6% en comparación con el trimestre anterior.
Peor evolución
La evolución de las divisas europeas -también la libra esterlina- ha empeorado ante la presión que la elevada inflación ejerce sobre los bancos centrales regionales para que estos sigan endureciendo su política monetaria. Los inversores temen que Europa termine entrando en recesión.
La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en julio en el 8,9%, frente al 8,6% registrado en junio. Fue el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica y más de cuatro veces la meta de estabilidad de precios del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
En Reino Unido la inflación alcanzó máximos de 1982. La tasa interanual se situó en el 10,1% en julio, frente al 9,4% del mes anterior.
Sin embargo, la mayoría de cifras que se han conocido al otro lado del Atlántico han respaldado la evolución del dólar. Mientras que en Europa la inflación parece no haber tocado techo, el índice de precios al consumo (IPC) de EEUU se situó en julio en el 8,5%, seis décimas por debajo del 9,1% de junio. Se trató de la menor subida de los precios desde el pasado mes de abril.
Además, las solicitudes de subsidios por desempleo bajaron la semana pasada más de lo previsto, mientras la situación de la industria de la región de Filadelfia mejoró en agosto. Gracias a ello, este viernes el dólar ha alcanzado máximos de un mes frente a las principales divisas.
Pero la moneda estadounidense no se ha visto reforzada solo por los datos económicos de EEUU. Los comentarios de algunos miembros de la Reserva Federal (Fed) también han servido de impulso.
Bancos centrales
A las puertas de Jackson Hole -el simposio que anualmente celebra el banco central estadounidense- el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, señaló el jueves que se inclina por apoyar una tercera subida consecutiva de los tipos de interés en 75 puntos básicos en septiembre. Sus homólogos de San Francisco y Kansas también se pronunciaron en el mismo sentido.
Estas declaraciones han cambiado la percepción de los inversores que, tras el dato de inflación de EEUU y las actas de la última reunión de la Fed, habían considerado que la institución presidida por Jerome Powell sería menos agresiva en el futuro.
Desde el BCE también han anticipado que la institución europea mantendrá su dureza al menos en septiembre. Isabel Schnabel, miembro de su comité ejecutivo, dejó entrever una subida de los tipos de interés de medio punto porcentual en septiembre en la zona del euro en una entrevista con Reuters.
"En julio decidimos un aumento de 50 puntos básicos en vista de las perspectivas de inflación. En este momento, no creo que estas perspectivas hayan cambiado fundamentalmente", afirmó.