El miedo a una recesión causa estragos en los principales índices de bolsa, también en Wall Street. Los descensos registrados en la apertura de este viernes al otro lado del Atlántico superaban el 1%. Las peores perspectivas económicas y empresariales, como consecuencia de las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed), pesaban sobre el ánimo de los inversores.

El Dow Jones restaba un 1,24%; hasta los 29.703,30 puntos. Entre los valores del índice, solo Home Depot, que sumaba un 0,36%, se libraba de las caídas. Los mayores descensos eran los de Chevron (3,92%) Caterpillar (2,62%) y Boeing (2,49%).

El S&P 500 restaba un 1,43%, hasta los 3,703,83 enteros; mientras que el Nasdaq perdía un 1,41%, hasta los 10.911,83 puntos.

Así abre Wall Street

El parqué neoyorquino se aproxima a cerrar su segunda semana consecutiva de caídas. Las pérdidas se extendían después de que la Fed subiese los tipos de interés 0,75 puntos el pasado miércoles.



Se trató del quinto aumento desde marzo y el tercero consecutivo de tres cuartos de punto, en un nuevo intento de controlar la inflación.



El banco central estadounidense cumplió las expectativas y situó los tipos en una horquilla de entre el 3% y el 3,25 %, el nivel más alto en los últimos 14 años. "Anticipamos que serán adecuados más aumentos de tipos en el futuro", dijo su presidente, Jerome Powell.



Powell admitió que las subidas de tipos probablemente causarán "un período de crecimiento económico por debajo de la tendencia". "Nadie sabe si este proceso llevará a una recesión ni, en caso de que así sea, como de significativa será", sentenció.

¿Aterrizaje suave?

El banquero central puso en duda la capacidad de la Fed para lograr un aterrizaje suave de la economía y eso ha pesado sobre el ánimo de los inversores. También lo hacen las expectativas de tipos que reflejaron los miembros de la institución en el diagrama de puntos.



Ahora, esperan que el tipo de interés oficial aumente hasta el 4,4% a finales de este año, para alcanzar el pico del 4,6% a comienzos de 2023.

Mientras que la Fed ha dejado claro que seguirá luchando contra la inflación cueste lo que cueste, muchas empresas se han lanzado a revisar a la baja sus previsiones para 2022. FedEx y Ford han sido las últimas y más importantes.

El pasado viernes FedEx alertó de la desaceleración de la demanda y la actividad económica mundial, lo que ha obligado a la compañía a retirar la guía prevista para el conjunto del año, que esperaba cerrar con un beneficio de entre 22,5 y 24,5 dólares por título.

Los números de FedEx son tan importantes “debido a la gran escala de sus operaciones de envío y la gran variedad de productos enviados, la compañía a menudo se considera un referente del crecimiento económico mundial”, apuntaban los analistas de XTB.

Este miércoles le tocó el turno a Ford. La compañía mantuvo sus objetivos para el conjunto del año, pero advirtió de una fuerte subida de los costes derivados de la inflación, que cifró en unos 1.000 millones trimestrales. Además, retrasó la producción de distintos modelos por la escasez de chips.

General Electric o McDonald’s también han advertido sobre las persistentes disrupciones en la cadena de suministro, la ralentización económica y la inflación. Los mayores costes de los fletes y la mano de obra presionaba este viernes la cotización de Costco. El gigante minorista caía un 3,5%.

Las peores perspectivas económicas han llevado a los analistas de Goldman Sachs a reducir sus estimaciones sobre el S&P 500. Ahora esperan que el índice cierre el año en torno a los 3.600 puntos, lo que implicaría una caída del 4,2% desde los niveles actuales.