Los principales índices de Wall Street iniciaban el último trimestre del año al alza a pesar de que Credit Suisse y Citi han revisado a la baja sus previsiones sobre el S&P 500. Las subidas, superiores al 1%, contrastaban con las fuertes pérdidas registradas la semana pasada, con las que la Bolsa de Nueva York despidió octubre y puso punto final al tercer trimestre del año.
La subida del Dow Jones alcanzaba el 1,19% tras el toque de campana y el índice se situaba en los 29.075,15 puntos. El avance del S&P 500 era del 1,14%, hasta los 3.622,65 enteros; mientras que el Nasdaq avanzaba un 0,72%, hasta los 10,648,82 puntos.
Chevron (+3,38%), Dow (+2,22%) y Caterpillar (+2,13%) lideraban las subidas del Dow Jones al calor del repunte del petróleo. El West Texas Intermediate, el crudo de referencia en Estados Unidos, subía en la apertura un 5,75%, hasta los 84,08 dólares por barril.
El incremento del precio tenía lugar ante las expectativas de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros aliados como Rusia, conocidos como OPEP+, considera, reducir la producción en más de 1 millón de barriles por día en su reunión, tal y como han señalado varios medios financieros.
La subida del Nasdaq estaba limitada por el descenso de Tesla, que superaba el 7,5%. El fabricante de coches eléctricos no ha alcanzado los objetivos trimestrales al entregar 343.830 vehículos entre junio y septiembre, por debajo de los 358.000 estimados.
Además, la compañía fundada por Elon Musk ha advertido de que persisten las distorsiones en la cadena de suministro que dificultan la entrega de vehículos al cliente final. “Malas noticias que pesan sobre el valor”, apuntan los analistas de Bankinter
En cualquier caso, los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos arrancaban la sesión al alza tras los últimos descensos. El S&P 500 perdió un 5,3% en el tercer trimestre del año, el Dow se dejó un 6,7% y el Nasdaq cayó un 4,1%.
La expectativa de que las cotizaciones de Wall Street caerán durante los próximos seis meses subió la semana pasada al nivel más alto desde marzo de 2009, según la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales.
Los inversores esperaban la publicación de algunos datos sobre la salud de la economía estadounidense. En concreto, este lunes se publicará el índice del sector manufacturero de Estados Unidos (PMI) correspondiente al mes de septiembre, así como el ISM manufacturero -elaborado por el Instituto para la gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés).
Se espera que el PMI confirme su primera estimación de 51,8 puntos, mientras que el ISM podría caer ligeramente 0,6 puntos hasta los 52,2 puntos.
Las peores perspectivas económicas han llevado a Credit Suisse y Citigroup a revisar sus objetivos del S&P 500 para 2022. El primero espera que el índice acabe el año en los 3.850 puntos; mientras que el segundo lo ve en los 4.000 enteros.
El S&P 500 ha perdido alrededor de un 25,6% desde su último máximo histórico, alcanzado a principios de enero. Cerró en 3.585,62 el pasado viernes y ha estado en un mercado bajista durante la mayor parte de este año, como el Dow Jones y el S&P 500.
La entidad suiza también fijó su objetivo del S&P 500 en 2023. Espera que el indicador alcance los 4.050 puntos y agregó que el próximo ejercicio será un "año de crecimiento débil, no recesivo y caída de la inflación".