Las predicciones de Wall Street de principios de año han quedado guardadas en el cajón de las tonterías más ridículas mientras que la Reserva Federal estadounidense ha estado subiendo los tipos de interés y con ello las rentabilidades de los bonos de largo plazo.
Sin embargo, dentro de la tormenta perfecta para algunos inversores parece que se abre un claro entre las espesas nubes que tenemos nuestras cabezas bajo la esperanza que una vez que se acredite la recesión, la Reserva Federal estadounidense echará el freno sobre la subida de tipos de interés.
Son los mismos inversores que no querían hablar de recesión y que solo esperaban cuatro subidas de tipos de interés para este año y sin embargo acabaremos viendo los tipos al 5% a mediados del próximo año.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
El mercado de bonos está diciéndonos que la Reserva Federal estadounidense está cometiendo un error histórico al subir tan rápido los tipos de interés. Las expectativas de inflación imputadas a partir de los bonos del Tesoro Protegidos contra la Inflación (TIP, por sus siglas en inglés) son las más bajas que las que llegamos a tener en el año 2007 y 2000.
Nunca ha habido tanta divergencia entre las expectativas del IPC y de los TIP por lo que todos los elogios del hecho de que la propia Reserva Federal era la principal fuente de inflación debido a su elevado balance se ha desmoronado.
El índice Treasury MOVE, que mide la volatilidad de los bonos del Tesoro, es el más alto desde el año 2008 y la divergencia entre el MOVE y el VIX del mercado de valores es brutal tal y como ya ocurriese en el año 2008.
Esto significa que el mercado de bonos está cotizando un final del ciclo, mientras que la gran mayoría de los inversores están cayendo en que la recesión será el final del mercado bajista en Wall Street.
[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]
El Rally de Navidad es la única esperanza para que Wall Street ofrezca algo decente este año, pero de momento lo que tenemos es que el mercado se haya extremadamente sobrevendido y sin embargo, no llegan los rebotes.