Las elecciones intermedias en EEUU llegaron y se fueron tal y como se esperaba y ahora contemplamos ampliamente que el estancamiento inminente es optimista para los mercados de valores.
Los alcistas ahora citan exactamente las mismas estadísticas históricas del mercado que decían en el año 2018 para racionalizar un repunte de fin de año mientras que el último IPC muestra que la inflación está comenzando a revertirse, aunque muy lentamente.
En 2018, el IPC era del 1,7%, hoy es del 7,7%. Los futuros de la Fed predicen que habrá otro 1% de subida de tipos hasta marzo.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
Todo lo cual hace que esta configuración sea mucho más letal que la que hizo implosionar los mercados en el año 2018.
Sin embargo, todos los inversores no pierden el tiempo en apostarlo todo a que tendremos un gran repunte de fin de año.
Evolución del S&P 500 y las tasas de la Fed
Eduardo Bolinches
Stockcharts
Lo que vemos en el gráfico es que la teoría operativa tras un pivote de la Fed que deja de subir las tasas, los inversores tienen un período de tiempo para disfrutar de un último repunte antes de que las ruedas se salgan del tren debido a las subidas de tipos que se han implementado sobre la economía.
No estamos recordando que esto ya ocurrió en el año 2007 y ahora volverá a ocurrir.
[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]
Así que estamos preparados para ver la mayor trampa alcista de la historia. Es simplemente el último rally provocado por cierres de posiciones cortas lideradas sobre todo en el Nasdaq.
Hace un año, la Reserva Federal estadounidense ya advirtió a los inversores que los activos de riesgo estaban a punto de implosionar. Mencionaron específicamente los esquemas "Crypto Ponzi".
Un precioso eco de la lección no aprendida durante el desastre subprime del año 2007, cuando Goldman Sachs empaquetaba hipotecas subprime tóxicas de todos los rincones de EEUU y las empaquetaba como valores con calificación AAA a todo el mundo.
Nadie en Wall Street pensó que era una mala idea hasta que resultó demasiado tarde.