En el último año, prácticamente cada vez que España ha acudido al mercado para financiarse ha tenido que ofrecer unos intereses más elevados. A pesar de eso, “los costes de emisión de deuda siguen siendo inferiores a la media histórica, apoyados por una base de inversores estable, con más del 55% de la deuda total en manos de residentes”, consideran los analistas de Scope Rating.
La agencia europea de calificación crediticia ha mantenido la nota de España en A- con perspectiva estable. Lo ha hecho basándose en diferentes fortalezas entre las que destacan ser “una economía grande y diversificada, respaldada por actividades de alto valor añadido” y tener “un marco institucional sólido, reforzado por la pertenencia a la zona euro, que favorece su resistencia a crisis externas”.
Por último, mencionan que la calificación “está respaldada por un perfil de deuda favorable y un sólido acceso al mercado, lo que mitiga los riesgos derivados del endurecimiento de las condiciones de financiación mundiales”.
La vida media de la deuda pendiente se sitúa en torno a los ocho años, y “el Tesoro español ha aprovechado los bajos tipos de interés para alargar notablemente los periodos medios de amortización y reducir la proporción de deuda a corto plazo”, explican.
Una afirmación que comparten con el Ministerio de Asuntos Económicos y con la propia ministra, Nadia Calviño, quien en reiteradas ocasiones ha defendido la actuación del Tesoro en el periodo previo a las subidas de tipos.
En cualquier caso, y al igual que sus homólogos, los costes de emisión de deuda de España han aumentado notablemente en los últimos meses debido a las mayores expectativas de inflación y al endurecimiento de la política monetaria.
Este martes, el interés ofrecido a los inversores en la referencia a nueve meses ha alcanzado nuevos máximos históricos, revalidando las fuertes alzas registradas en las subastas celebradas en septiembre y octubre.
Exactamente, España colocó 1.500 millones, por debajo de los 3.142,04 millones solicitados por los inversores, con una rentabilidad marginal del 2,387%, su nivel más alto registrado, teniendo en cuenta que esta referencia se lanzó en febrero de 2013.
En mayo, España todavía cobraba por emitir 'papel' con dicho vencimiento, aunque los intereses negativos estaban lejos del mínimo del -0,653% registrado en diciembre de 2020.
Subidas de tipos
El incremento de los intereses ofrecidos a los inversores ha sido la tónica desde que prácticamente comenzó el ejercicio, producto de la subida de tipos de los bancos centrales.
El Banco Central Europeo (BCE) ha incrementado los tipos de interés 200 puntos básicos en tres reuniones, a razón de medio punto porcentual en julio y tres cuartos en septiembre y noviembre. Es decir, lo ha hecho en solo tres meses. Se trata, por tanto, del ciclo de incrementos más agresivo de su historia.
[España emite letras a 9 meses con un interés del 2,38%, nuevo máximo histórico]
En el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), este es el ciclo de subidas de tipos más pronunciado desde la década de 1980. En las seis reuniones que ha celebrado desde marzo, la institución ha elevado el precio del dinero 375 puntos básicos, hasta el rango de entre el 3,75% y el 4%.
El Banco de Inglaterra, los de Canadá, Suiza o Australia también han ejecutado importantes subidas de tipos en su lucha contra el incremento de la inflación que azota a gran parte del mundo tras el estallido de la pandemia de la Covid-19 y, especialmente, desde el inicio de guerra en Ucrania.
Subastas
Las expectativas de inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras han provocado la escalada de la rentabilidades de la deuda en los mercados secundarios y también en las nuevas emisiones.
Así, el caso de las letras a nueve meses no es el único. También el martes, el Tesoro colocó 462,85 millones de euros en letras a tres meses, frente a una demanda de 1.747,92 millones, y el tipo de interés marginal se ha colocado en el 1,387%, muy por encima del 0,880% de la subasta de octubre. No se había alcanzado un nivel tan elevado desde octubre de 2012.
Y lo mismo sucedió en la subasta celebrada a principios de noviembre, cuando el interés ofrecido a los inversores para que se hicieran con letras a seis meses alcanzó el 2,04%, máximos de octubre de 2012. La rentabilidad de las letras a doce meses llegó al 2,565%, su nivel más alto desde hace casi 10 años.
En el caso de la deuda con vencimientos más amplios la situación no es muy diferente. El interés ofrecido a los inversores en la última subasta de bonos a 3 años llegó al 2,679%, algo que no ocurría desde julio de 2013. A 5 años, el interés marginal alcanzó el 2,677%, mientras que en el caso de la deuda a 10 años tocó el 3,313%.
Intereses
De acuerdo con la estrategia de financiación, el Tesoro Público mantiene en 75.000 millones la previsión de emisión de deuda neta para 2022. Según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE), el próximo ejercicio esta se reducirá hasta los 70.000 millones.
Frente a esta reducción, el pago de los intereses de la deuda pública crecerá un 3,6%, hasta los 31.275 millones de euros, tal y como también recogen los Prespuestos.
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