Lo que Jerome Powell ha dejado claro para la próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal estadounidense de este mes de diciembre es que no será un pivote. Tampoco será una pausa. Simplemente es una desaceleración en la subida de los tipos de interés del 0,75% al 0,5% y con claras posibilidades de continuación el próximo año.
Es curioso como los inversores han pasado de no creerse hace tan solo un año subidas de tipos de interés de medio punto porcentual a tratarlas ahora como una gran noticia.
Estamos viviendo en un momento en el que las malas noticias son tratadas como buenas noticias por el mero hecho de trasladarlas al 2023.
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La Reserva Federal estadounidense cree que como las ofertas de trabajo son extremadamente elevadas se puede producir un aterrizaje suave. Sin embargo, a lo largo de la historia se ha demostrado que la única forma de reducir las ofertas de empleo es a través de la recesión.
De hecho, el desajuste del mercado laboral se debe principalmente a los dos millones de jubilaciones anticipadas que se produjeron durante la pandemia, lo que significa que en lugar de aumentar la oferta de trabajadores a través de una mayor participación laboral, lo que está ocurriendo es que se está reduciendo la demanda de trabajadores.
El índice de codicia/miedo de la CNN acaba de mostrar su lectura más alta del año 2022 y el patrón del comportamiento del Dow es muy similar al que vimos el año pasado con la diferencia que ahora hemos llegado un mes antes del cierre del año.
Es por eso por lo que no debemos esperar este año un Rally de Navidad porque realmente ya lo hemos tenido.