Malas noticias. Para los consumidores y para los inversores. La alta inflación contra la que intentan luchar los bancos centrales y los gobiernos podría no regresar a niveles normalizados del 3% hasta pasados diez años. Esto es, hasta 2032. Es la demoledora predicción que hace uno de los gurús de cabecera de Wall Street.
Esta dolorosa proyección proviene de Rob Arnott, fundador y presidente del bróker estadounidense Research Affiliates. Junto al también socio y director de Análisis de la firma de inversión Omid Shakernia, aventura que “una vez la inflación excede el 8%, hay una amplia gama de experiencias, pero es razonable esperar una década para volver al 3%”.
Para hacer esta afirmación, Arnott y Shakernia se remontan a los años 70 del pasado siglo, en los albores de la era posterior a Bretton Woods. “La economía está cambiando constantemente, por supuesto, pero sobre la base de la historia posterior a 1970, la noción de que la inflación que superó el 8% volverá al 3% en apenas 12 meses parece descabellada”, se temen en uno de los últimos informes publicados por Research Affiliates.
El IPC interanual de Estados Unidos sobrepasó la cota del 8% el pasado mes de abril, cuando se situó en el 8,5%. Incluso llegó al 9,1% en julio. Desde entonces, la escalada de los precios se ha frenado hasta quedarse en el 7,1%.
En el caso de España, el último dato de IPC registró una variación anual del 6,8%, tras haber superado los dos dígitos durante los tres meses de verano, periodo en el que se disparó hasta el 10,8% en julio.
¿Modificar el 2% por un 3%?
Cada vez son más numerosas las voces del mercado que alertan de un profundo cambio de paradigma en la economía. Un nuevo marco que la guerra rusa en Ucrania ha terminado por empujar.
Una de las últimas veces que se le ha preguntado por el asunto del coste de la vida al presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell volvió a comprometerse con un objetivo del 2% -el estándar que el banco central norteamericano, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) tienen como mandato-, aunque admitió que examinar una tasa más alta era un posible “proyecto a más largo plazo”.
“Las empresas necesitan estabilidad de precios, pero pueden prosperar en un mundo con una inflación estable del 3%”, considera Bill Ackman, consejero delegado del famoso hedge fund Pershing Square.
Como ha explicado este gestor en su cuenta de Twitter, “no creo que la Fed pueda hacer que la inflación vuelva al 2% sin una recesión profunda que destruya el empleo. Incluso si vuelve al 2%, no se mantendrá estable a largo plazo. Aceptar una inflación del 3%, más o menos, es una mejor estrategia para una economía sólida y un crecimiento del empleo a largo plazo”, sostiene Ackman.
Tanto Powell como el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, siguen anclando el objetivo de inflación de sus respectivos organismos monetarios en el 2% a corto y medio plazo. Mientras que la Fed se vanagloria de tener la subida de precios “bajo control”, el BCE defiende que, si hipotéticamente modificara el 2% por un 3%, mandaría “un mensaje que generaría mucha incertidumbre”, dado que la actuación de los bancos centrales se basa en su credibilidad.
Entre tanto, las grandes gestoras de fondos continúan publicando sus perspectivas de mercado y estrategias de inversión para el 2023. El escenario central al que BNY Mellon IM le da más probabilidad (60%) pasa por que la inflación persistirá en EEUU y en Europa seguirá habiendo problemas de suministro, al tiempo que el coste de la vida afectará al Viejo Continente, donde la fuerza laboral demanda una subida de salarios en proporción al IPC.