Durante este año, el incremento en los intereses de deuda al son de las decisiones de subida de tipos por los bancos centrales para combatir la inflación, ha sido el principal problema que ha perjudicado enormemente a aquellas empresas con altos niveles de endeudamiento como ha sido el caso de Endesa.
Sin embargo, creemos que estos incrementos podrían haber llegado a su pico máximo y revertir en 2023.
Como hemos visto en las últimas semanas parece que la inflación ha moderado sus subidas en gran parte de los activos, siendo el gas la única materia prima que parece volver a repuntar al alza.
[Los inversores no compran el plan estratégico de Endesa]
La expectativa de un clima en España mucho más frío de lo esperado de cara a los próximos meses permitirá a la firma obtener mayores beneficios en el último trimestre del año y así recuperar parte de lo perdido en el último otoño que ha sido uno de los más cálidos en la historia.
También creemos que tiene un gran atractivo por su alta rentabilidad por dividendo, que se encuentra actualmente en el umbral del 8%.
A nivel histórico, en entornos de incertidumbre o inestabilidad, el inversor se refugia en valores con un carácter más defensivo con los que obtener dividendos altos para así tener un ingreso recurrente, por lo que se convierte en una magnífica opción de cara a un 2023 que se avecina cuanto menos volátil.
A nivel técnico encontramos el valor en niveles de soporte clave. En las últimas cinco ocasiones que lo ha tocado Endesa ha rebotado al alza. Superar los 17,8 euros implicaría romper una bandera de largo plazo dibujada con proyecciones positivas hasta los 19 euros que han sido los máximos marcados desde el pasado junio.
Como nivel de stop consideramos interesante marcar el precio de los 16 euros por acción.
***Manuel Pinto es analista de XTB