Wall Street cierra el año contagiado del pesimismo en el que ha vivido instalado todo 2022. Este viernes los tres principales índices de la Bolsa de Nueva York amanecen con caídas, aunque por debajo del 2%, y se encaminan a cerrar este año con fuertes pérdidas. Han vivido el peor ejercicio desde 2008.
El Nasdaq va a ser el verdadero protagonista de las caídas del año. En estos momentos lidera las pérdidas con un descenso anual del 36%. Por su parte, el S&P500 se dejará un 20% y el Dow Jones un 9%.
Poco pueden hacer estos índices en la sesión de hoy para revertir tales pérdidas, aunque tampoco lo están intentando. El índice tecnológico de referencia vuelve a ser el que lidera los descensos y lo hace con una caída del 1,5% que le lleva a los 10.383 puntos.
Prácticamente todos sus valores cotizan en negativo en los primeros compases de la sesión y solamente se libran Tesla (+1,7%), Kraft Heinz, Exelor y Crowdstrike Holdings, que se quedan prácticamente planos. En el lado de las pérdidas, Modera lidera con un 3%. En cuanto al S&P500, se acerca a los 3.800 enteros tras caer un 0,8%.
Por su parte, el Dow Jones recorta su valor un 0,7%, justo por debajo de los 33.000 puntos, con Intel, Apple, Cisco, Goldman Sachs, Microsoft, Nike y Walt Disney retrocediendo más de un 1%.
Incertidumbre
Y es que la incertidumbre sigue inyectando prudencia a los inversores. "A pesar del efecto visual -claramente positivo por otra parte- de la bajada del IPC general, el escenario que se nos presenta sigue siendo abiertamente negativo para los próximos meses, tanto en términos de dinámica de tipos de interés a corto plazo (una inflación subyacente elevada es el principal temor del BCE y Reserva Federal) como de evolución macroeconómica general y consumo, en particular", apunta Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía.
Para este experto, "un escenario sensiblemente peor al esperado de economía real podría tener como efecto un descuento menor de beneficios empresariales, principal eje director de las bolsas".
A falta de referencias macroeconómicas de calado, las noticias llegadas de China sobre la reducción de las restricciones sanitarias, que en un principio se tomaron con alegría, están infundiendo preocupación en los mercados. No solo por el aumento de los contagios -algunos países, como Estados Unidos, ya han anunciado medidas de control en aeropuertos-, sino también por el efecto que sobre la economía mundial podría tener la reapertura del gigante asiático.
"Habrá que estar muy atentos a cómo evoluciona esta ola de contagios que está viviendo China, que podría impactar negativamente en el crecimiento económico, volver a tensionar las cadenas de suministro globales y a medio plazo tener efectos negativos sobre la inflación", apuntan desde Renta 4.