Los grandes inversores bajistas, que durante años han hecho caja con los desplomes del sector bancario en bolsa, están replegando sus posiciones en las últimas semanas debido al rally que están experimentando los valores financieros del Ibex 35. Pese a todo, aún se juegan 230,39 millones de euros contra la banca española.
La foto ha cambiado bastante desde mediados de 2022, cuando varias entidades estaban asediadas por estos hedge funds. Estos grandes fondos fueron deshaciendo sus posiciones a medida que la subida en bolsa del sector iba cogiendo fuerza. Su detonante: el inicio de las subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE).
AQR en septiembre y Citadel en noviembre deshicieron sus apuestas contra Bankinter. Bridgewater Associates -por entonces encabezado por el famoso inversor Ray Dalio- también dio por concluida su aventura bajista en BBVA y Santander tras haber entrado a mediados de junio.
[La subida de tipos impulsa un 'rally' bancario en bolsa con avances superiores al 30%]
De esta forma, los bajistas mantienen su apuesta contra Sabadell y CaixaBank, según revelan los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, Citadel, a través de su 'brazo' europeo Citadel Advisors Europe Limited, mantiene un 0,51% apostado contra Sabadell, lo que equivale a unos 28,69 millones, teniendo en cuenta su capitalización a cierre del viernes. El fondo -también 'corto' en otros valores nacionales como Meliá o Audax- afloró esta posición contra el banco que dirige César González-Bueno en abril de 2022.
Entonces la apuesta bajista era del 0,55% del capital de la entidad, un porcentaje que ha ido variando algunas décimas, hasta que el pasado septiembre la fijó en el mencionado 0,51%.
Desde la comunicación de la posición corta de Citadel hasta ahora, la capitalización bursátil de Sabadell se ha incrementado, es decir, si el hedge fund decidiera liquidar su posición lo haría con pérdidas. El valor actual de mercado del banco es de 5.626 millones de euros.
Por su parte, Marshall Wace, un habitual en las posiciones cortas de los bancos, tiene apostado en contra de CaixaBank un 0,64% de su capital, es decir, en torno a 201,7 millones de euros.
El fondo bajista -que también está en corto en Ferrovial- mantiene esta posición desde el 16 de diciembre. Un mes antes tenía apostado contra la entidad que dirige Gonzalo Gortázar un 0,59% y dos antes, un 0,49%.
Rally bancario
Después de años de fuertes pérdidas bursátiles para los inversores del sector bancario, las entidades han visto la luz al final del túnel en 2022. El proceso de normalización monetaria que el BCE emprendió el pasado verano está dejando sus frutos en el sector en forma de una mejora de sus márgenes y, en consecuencia, de sus valoraciones.
La institución presidida por Christine Lagarde incrementó los tipos de interés en cuatro ocasiones a lo largo de 2022, con un total de 250 puntos básicos. Moderó la intensidad de la normalización de su política monetaria después de los dos incrementos de 75 puntos básicos acometidos en las reuniones de octubre y septiembre, tras una subida inicial de medio punto porcentual en julio.
En el que ya es el ciclo alcista más rápido de su historia, el BCE ha situado la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 2,50%, mientras que la tasa de depósito se encuentra en el 2% y la de facilidad de préstamo, en el 2,75%.
En consecuencia, los avances de los bancos españoles cotizados -todos lo hacen dentro del Ibex 35- superan el 42% de media desde el 20 de julio de 2022, víspera del día en el que el BCE acometió la primera subida de los tipos de interés de esta nueva era para la banca.
BBVA y Sabadell se revalorizan más de un 50% en este periodo, mientras que Unicaja (recién estrenada en el Ibex 35) lo hace un 49% y Bankinter y CaixaBank en torno a un 37%. Algo más rezagado se queda Santander, que avanza un 27%.
Como contrapeso a la subida de tipos, y según apunta Antonio Castelo, analista de iBroker.es, las entidades se enfrentarán en 2023 a un incremento de los gastos generales por efecto de la inflación. Además, tendrán que aumentar sus provisiones ante un previsible repunte de la morosidad. "Y eso va en detrimento de los beneficios", advierte.
En su opinión, a pesar de que el crecimiento de sus beneficios "no sea tan espectacular" como en otros ejercicios, "2023 va a ser un buen año para la banca".
Así lo demuestra el hecho de que el sector bancario ha tirado del Ibex 35 durante los últimos meses y su revalorización destaca en el inicio del año. Desde que cerró 2022 el selectivo ha subido un 7,9%, mientras que el índice de bancos del Ibex lo ha hecho un 10,8%.
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