Cierto es que en estos resultados no se tuvo en cuenta la plusvalía por la escisión de Línea Directa. Pero en donde mostró la resiliencia para alcanzar los objetivos planteados para recuperar el nivel de los resultados sin la aportación de la aseguradora.

El entorno de subidas de tipos de interés ha permitido no sólo a Bankinter, sino al resto del sector anotarse unos buenos resultados. Sin embargo, las previsiones económicas serán el principal reto en los resultados de este año, ya que el incremento de los ingresos por intereses se verán contrarrestados por una caída en la contratación y la firma de menos operaciones. Donde entrará en juego el seguimiento de la morosidad, que por ahora se mantiene, pero que podría sufrir incrementos ante la incertidumbre económica y la sombra de una recesión.

Con este marco, la estructura técnica de Bankinter se mantiene sólida y, tras alcanzar una zona de sobreventa reciente, la entidad podría retomar un nuevo impulso alcista hacia niveles anteriores. Mediante una entrada a mercado y sabiendo que la directriz alcista debe apuntalar el precio, situaremos el límite de pérdidas por debajo del mínimo relativo más cercano en los 6,10 euros por acción.

Los objetivos de beneficios estarían proyectados por la amplitud de los últimos dos impulsos alcistas (rectángulos verdes) donde el precio acabó llegando. En un supuesto de que vuelva a pasar, el primer objetivo lo situaremos en la primera proyección en la zona de los máximos recientes en los 6,80 euros por acción. Y un segundo objetivo en la nueva proyección que indica un nivel de precios de 7,145 euros por acción.