Una de cal y una de arena para la economía y los mercados en 2023. Inversis prevé una contracción de la economía global menor de lo esperado, con un PIB mundial que reducirá su crecimiento hasta el 1,7%, aunque el inicio de un ciclo de bajadas de tipos podría retrasarse hasta 2024, mismo año hasta el que habrá que esperar para que la reapertura de China se deje notar en la demanda global.
Así lo cree su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso: “A pesar de que algunas economías como la eurozona podrían haber entrado ya en territorio negativo o que lo pueda hacer Estados Unidos el próximo trimestre, la previsión es que las principales economías del planeta puedan cerrar el conjunto del año en positivo”.
Las previsiones de crecimiento del PIB que maneja Inversis para este año son del 0,5% en EEUU, 0% en Europa y un 4,3% en China. En el caso del gigante asiático, que a finales del año pasado levantó su política de Covid cero y reabrió sus fronteras, la reapertura de su economía comienza ya a notarse en los países vecinos, que podrían disfrutar de una normalización de la demanda en verano, pero que “a nivel global no se registraría hasta 2024”, se teme Muñoz-Alonso.
En cuanto a la inflación, Inversis considera que aún persisten riesgos de desvíos incontrolados de los precios a medio plazo debido al riesgo de empeoramiento de las condiciones geopolíticas o del impacto de la propia reapertura china.
Su proyección del IPC europeo en 2023 se mueve en la horquilla del 6% al 7%, rango que en el caso de EEUU se acota a entre el 3,5% y el 4%. En Reino Unido, iría del 5,5% al 7,5%, que presenta las mayores dudas para el estratega, mientras que en China los precios bajarían a entre el 2,25% y el 3%.
Punto de inflexión
Todo apunta a que 2023 debería marcar el “punto de inflexión, aunque no el inicio de un ciclo de bajadas”, que podría retrasarse hasta 2024 y siempre condicionado a una moderación de la inflación subyacente, el enfriamiento del mercado de trabajo en EEUU y a un periodo prolongado de estabilidad de precios.
Así las cosas, Inversis opina que, en renta fija, las expectativas de moderación de los bancos centrales de nuevo hacen atractivos a los bonos soberanos. No obstante, presentarán “retornos moderados” si se confirma el enfriamiento de la inflación y, por consiguiente, “las curvas de tipos actuales invitan a tomar posiciones en corto plazo, disminuyendo duración”.
La cautela del banco de inversión impera más si cabe en renta variable, donde las estimaciones de rentabilidad se presentan en general con “ganancias moderadas”. A nivel sectorial, Inversis apuesta por deshacer posiciones en los sectores ganadores de la Covid, como tecnología, energía y salud, y posicionarse en sectores defensivos proclives a crecer en los próximos trimestres, como el consumo básico o utilities, y también en aquellos que pueden trasladar precios a márgenes, como servicios de consumo, hostelería y turismo.
Preguntado por el rally de las bolsas europeas visto este enero tras un 2022 donde los parqués se desplomaron y sobre si persistirá en el tiempo, Muñoz-Alonso matiza que más bien se trata del “inicio de un proceso hacia la normalización”. “Los mercados no pueden comportarse eternamente mal. Las expectativas empiezan a alinearse: la de los bancos centrales con respecto a los tipos de interés, y la de tipos de los mercados”, confía el estratega bancario.