El Tesoro Público español ha colocado este jueves 6.500 millones de euros en cuatro denominaciones distintas de deuda a medio y largo plazo que, en todos los casos, han salido a un interés marginal superior.
Según los datos de la subasta recogidos por Efe, del volumen total colocado, la mayor parte ha sido en bonos a tres años, de los que se han colocado 2.400 millones de euros. El interés aplicado ha sido del 2,928 %, superior al 2,816 % anterior.
Por otro lado, el Tesoro ha vendido 1.982 millones de euros en obligaciones a veinte años, cuyo rendimiento se ha elevado hasta el 3,654 %, frente al 3,307 % previo.
Otros 1.611 millones de euros se han adjudicado en obligaciones a diez años, pero con una vida residual de cinco años y tres meses.
El interés de este tipo de deuda ha sido del 2,896 %, también más elevado que el 2,418 % anterior.
Por último, se han colocado otros 505 millones en unas obligaciones a quince años indexadas a la inflación, pero con una vida residual de siete años y diez meses. El interés ha subido hasta el 0,886 % (0,601 % previo).
En total, el Tesoro ha vendido hoy esos 6.500 millones de euros, en la parte alta del objetivo previsto, que oscilaba entre los 5.250 y 6.750 millones de euros.
Programa de financiación
Con el importe colocado, en el arranque del año, el Tesoro ya ha emitido más de 38.000 millones de euros dentro de su programa de financiación a medio y largo plazo para todo 2023.
La subasta de este jueves, la primera de febrero, ha recibido una demanda por parte de los inversores de unos 13.700 millones de euros.
Así, la ratio de la puja, diferencia entre lo demandado en el mercado y lo finalmente colocado, ha sido alta, de 2,1 veces.
La subasta del Tesoro coincide este jueves con la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), en la que el mercado espera una nueva subida de los tipos de interés, en este caso, de 50 puntos básicos.
El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, reconoció hace unas semanas, durante la presentación de la estrategia de financiación para 2023, que las subidas de tipos del BCE y la reducción de su programa de compra de deuda seguirán provocando un encarecimiento del coste de la deuda emitida que, no obstante, espera que sea "contenido".