Rebote en el parqué neoyorquino. Los principales índices de Wall Street iniciaban el lunes al alza, intentando recuperar parte de las caídas registradas la semana pasada, la peor desde que comenzó el año y en la que pesaron los temores a que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) siga subiendo los tipos de interés.

El Dow Jones subía un 0,68%, hasta los 33.046,45 puntos; el S&P 500, un 0,77%, hasta los 3.999,01 puntos, y el Nasdaq, un 0,99%, hasta los 11.507,52 enteros.

Antes del inicio de la jornada se ha conocido que las peticiones de bienes duraderos en Estados Unidos cayeron un 4,5% en enero en comparación mensual. El descenso contrasta con la subida del 5,1% registrada en diciembre y ha sido superior al anticipado por los expertos, que esperaban un recorte del 4%.

Así abre Wall Street Eduardo Bolinches

Por su parte, los pedidos, excluido el transporte, aumentaron un 0,7% intermensual en enero, gracias a un incremento generalizado.

A lo largo de los próximos días se conocerán más referencias económicas al otro lado del Atlántico, como los indicadores adelantados de actividad de febrero, es decir, los índices ISM.

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También se publicará la confianza del consumidor del mismo mes en Estados Unidos (Conference Board), junto con la productividad no agrícola y los costes laborales unitarios del cuarto trimestre de 2022, lo que “podría dar pistas sobre la solidez del ciclo económico y su previsible impacto sobre las expectativas de inflación”, indican los analistas de Renta 4.

Wall Street cerró la peor semana desde que empezó el año, con caídas en torno al 3% en sus principales indicadores, tras recibir datos sobre una inflación que no remite y que potencialmente llevarán a la Fed a ser más agresiva en la subida de los tipos de interés.

La semana, que fue más corta por el festivo del Día de los Presidentes del lunes y por tanto más volátil, dejó una caída acumulada del 3% en el Dow Jones, un retroceso del 2,7% en el S&P 500 y una pérdida del 3,3% en el índice Nasdaq.

En concreto, el deflactor del consumo privado subyacente, que es la medida de inflación preferida de la Fed, sorprendió negativamente el viernes, repuntando hasta el 4,7% en enero, una décima más que en el mes anterior. Por su parte, el dato final de expectativas de inflación a 1 año de los consumidores escaló al 4,1%, rompiendo con una tendencia bajista de 10 meses.

“Ambos datos son una muestra más de que el proceso desinflacionario pierde fuerza, tal y como vimos recientemente en los datos de IPC y precios a la producción, lo que presiona a la Fed para elevar más sus tipos (hasta 5,25%-5,5%) y mantenerlos altos durante un tiempo”, advierten los analistas de Renta 4.

Las actas de la última reunión de la Fed -en la que sus miembros elevaron los tipos 25 puntos básicos- publicadas la semana pasada indicaron que varios miembros estaban a favor de una subida de 50 puntos, un apoyo que algunos analistas vaticinan seguirá creciendo en el organismo, tal y como recoge Reuters.

Los descensos registrados por el Dow Jones la semana pasada borraron las ganancias que el selectivo se anotaba hasta entonces en el acumulado anual. Al mismo tiempo, el S&P 500 registró su tercera semana consecutiva de pérdidas debido a datos económicos más fuertes de lo esperado y señales de una inflación elevada.