Este verano se cumplirán 15 años de la quiebra de Lehman Brothers que hizo que el cuarto mayor banco de EE. UU. cayese al no ser rescatado por su alto volumen de pérdidas.
La crisis de deuda del año 2008 se llevó por delante un banco fundado en 1850 con activos por valor de 680.000 millones de dólares respaldados únicamente por 22.500 de capital firme provocando la mayor quiebra de la historia de los Estados Unidos.
Su apetito voraz por los créditos hipotecarios de alto riesgo conocidos como hipotecas subprime desde 1997 hizo que con la crisis del año 2008 acumulase enormes pérdidas que hicieron inviable su rescate.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
Ahora, 15 años después, la historia es caprichosa y nos hace una repetición de lo ocurrido con unos partícipes y productos diferentes pero con el mismo resultado.
Lo normal a lo largo de los ciclos económicos es que en los bajistas nos encontremos con empresas en problemas. Primero sus beneficios dejan de crecer, luego despiden a una pequeña parte de los empleados, luego entran en pérdidas y finalmente llegan problemas más graves que desembocan en impagos.
El pecado de Silicon Valley Bank ha sido la nula diversificación del riesgo en el dinero prestado ya que ha realizado préstamos a miles de empresas tecnológicas que no eran rentables y ahora ha llegado el momento de pagar las consecuencias de ese gran error.
En una situación de cierta tranquilidad, ese excesivo riesgo puede verse que está bajo control, sobre todo si disfrutas de tipos de interés a cero durante una gran cantidad de tiempo.
[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]
Pero en cuanto esos tipos de interés comienzan a subir y te ves obligado a vender una pequeña parte de tu cartera de bonos por necesidades de tesorería, todo el mundo ve las pérdidas que estás aflorando con esa venta de bonos. Sobre todo si, como es el caso de SVB, tienes una posición apalancada de bonos del Tesoro estadounidense por 21.000 millones de dólares.
A partir de ahí la pelota se pone en marcha y es muy difícil pararla sin mediación de un banco central que apoye al 100% a la entidad para no dejarla caer. Y eso no ocurrió con Lehman Brothers y ahora el mercado ve que tampoco va a ocurrir con SVB.
El miedo a un contagio al resto de bancos es real. Todas las entidades tienen cantidades ingentes de dinero en unos bonos acumulando miles y miles de millones en pérdidas que si venden en el mercado quedarán retratados.
Solo hay un termómetro para poder medir ese miedo y es, por las particularidades de la entidad intervenida, la cotización del bitcóin ya que se estima que hay más de 6.000 millones de dólares retenidos en el SVB de entidades del sector criptográfico.