El canciller alemán Olaf Scholz delante de una bandera de la Unión Europea (UE).

El canciller alemán Olaf Scholz delante de una bandera de la Unión Europea (UE). Fabrizio Bensch Reuters

BLUE MONDAYS

El motor de Europa se para

29 mayo, 2023 02:41

La segunda estimación del PIB alemán del primer trimestre se revisó a la baja la semana pasada, reflejando una contracción del 0,3% lo que, sumado a la caída del 0,5% del cuarto trimestre de 2022, significa que Alemania ha entrado en recesión técnica. El país germano atraviesa por un momento que nos tiene que hacer ver que la marcha de la economía se puede interpretar con un grado de preocupación algo mayor.

Sirva como adelanto que mi interpretación económica no busca definir datos o estimarlos sino simplemente encuadrarlos en una tendencia de ciclo. Los economistas que realmente buscamos entender lo que subyace en el ciclo económico explicamos que una cosa es la definición técnica y otra la realidad. Un país no colapsa por una recesión de la misma manera que evitarla se deba interpretar como un signo de salud económica.

El mayor drenaje del crecimiento alemán ha venido por la caída el consumo privado. Si los tipos de interés siguen apuntando arriba y hay una amenaza energética en constante vaivén, los ciudadanos dan el paso lógico que es consumir menos. Los alemanes no están acostumbrados a una alta inflación, por lo que con una tasa actual en el 8% que no afloja, hay un efecto en cadena preocupante.

Que el motor de crecimiento europeo pare no es un buen síntoma y cuestiona la política del BCE

Hay que mencionar que el dato de demanda interna previo ya sorprendió al alza por la abrupta caída de los precios del gas. El problema es que es una amenaza fantasma lo que significa que sabemos que está pero que no se ve.

Por otra parte, mientras la actividad de servicios sigue fuerte, la industrial se mantiene débil. Las condiciones de crédito se han endurecido notablemente y después de una década con un coste de financiación muy bajo, a las empresas germanas les toca priorizar esta partida por encima de otras como la contratación de personal o la inversión.

No son buenos tiempos para la marchita y decadente Europa

Las ventas minoristas llevan seis meses cayendo en Alemania. El último dato de abril fue especialmente malo, con una caída superior al 6%. La tasa de desempleo se mantiene baja, pero el número de desempleados crece. Por ello, cabe pensar en un repunte si, tal y como han confirmado las empresas en este trimestre de resultados, se anuncian nuevos planes de reducción de plantilla.

Los sindicatos alemanes vienen avisando y todos sabemos que sus protestas no están sometidas al poder gobernante, como ocurre en España, donde dependiendo del color del partido se manifiestan con mayor o menor virulencia.

El mal de Alemania es un doble mal para España

Los índices de confianza económica, en el caso de Alemania creíbles por su independencia, llevan muchos meses advirtiendo de un pesimismo creciente y los indicadores de clima empresarial recogen una mala tendencia.

No puedo dejar de insistir en que no son buenos tiempos para la marchita y decadente Europa. Que el motor de crecimiento europeo pare no es un buen síntoma y cuestiona la política del Banco Central Europeo (BCE).

Ya se aprecian ciertas grietas respecto a su política monetaria y renacidas críticas por la falta de contundencia con los deficitarios países del sur. Sinceramente, el mal de Alemania es un doble mal para España pues, por si alguien no lo sabe, la economía germana es nuestro principal socio comercial en el planeta. Advertidos quedamos.

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