Aunque quizá el final de las subidas esté cerca, los principales bancos centrales han advertido de que los tipos de interés permanecerán elevados durante mucho tiempo. A la vez, las previsiones económicas de muchas regiones no paran de empeorar y permanecen los riesgos geopolíticos que en los últimos años han perturbado a los mercados. Ese es el panorama al que se enfrentarán los inversores hasta 2028.
En este contexto, ¿dónde invertir? Según Robeco, el claro ganador en los próximos cinco años será la renta variable de países emergentes. Esperan que su rentabilidad anual sea del 7,25% -en euros- este lustro.
La gestora ha publicado la decimotercera edición de su informe anual Expected Returns (2024-2028), que ofrece una perspectiva de lo que los inversores pueden esperar hasta 2028 de las principales clases de activos en relación con una serie de previsiones macroeconómicas.
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Sus perspectivas a cinco años prevén importantes dinámicas de poder que configurarán el panorama económico durante los próximos años. "Estas se producen debido a la fricción causada por la inversión de capital a costa de la mano de obra; la batalla entre la política fiscal y la monetaria, y el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China", explican en Robeco.
Si se logra gestionar estos juegos de poder, la hipótesis principal de Robeco es la de un estancamiento económico, con una leve recesión en 2024 y la estabilización de la inflación en torno al 2,5% de media hacia 2029.
Dos escenarios
Robeco contempla dos posibles escenarios, uno alcista y otro bajista. El primero de ellos supondría la adopción temprana y generalizada de la Inteligencia Artificial (IA), lo que conllevaría un gran progreso tecnológico que provocaría alteraciones desinflacionistas de la oferta en la economía mundial. En el segundo, la desconfianza entre las superpotencias provocaría un bajo crecimiento y estanflación.
Según las previsiones de la gestora con base en Róterdam, en ese escenario alcista en el que se da alas a la IA, las empresas tecnológicas "aparentemente caras siguen obteniendo buenos resultados" y la productividad se incrementa en otros sectores. Esto se traduce en una rentabilidad esperada del 11% para los accionistas.
En su escenario bajista, los bancos centrales deben combatir la inflación que los gobiernos fomentan, lo que deriva en un menor crecimiento real y, por tanto, en una rentabilidad inferior de los activos de riesgo. Si se dan estas perspectivas, esperan que la renta variable rente un 2,5% al año.
De la decena de activos que analiza la gestora en sus previsiones, las bolsas darán las mayores rentabilidades. La más alta de todas ellas será la de los países emergentes -el mencionado 7,25%-, mientras que la TAE estimada de los países desarrollados es del 5,75%. Las inmobiliarias cotizadas cuentan con una rentabilidad estimada en el próximo lustro del 5,5%.
Mejor que la inflación
En renta fija, la subida prevista para el crédito corporativo de alto rendimiento o high yield es del 5,5%. La rentabilidad estimada para la deuda empresarial con grado de inversión o investment grade es inferior, del 4,5%.
Como sucede con la renta variable, el interés previsto más elevado es el de la deuda de países emergentes en moneda local, del 4,75%. La rentabilidad de los bonos de países desarrollados será del 3,5%. Las materias primas, por su parte, cuentan con una TAE esperada del 4,75%; mientras que el efectivo dará un 2,5%.
Teniendo en cuenta estas cifras, todos los activos analizados superarán la inflación esperada por los gestores de Robeco.
Para los inversores con una cartera internacional cuya moneda sea el dólar estadounidense, las perspectivas son más prometedoras, ya que la gestora holandesa prevé que las demás divisas se revaloricen frente a la moneda estadounidense.