El bono español a 10 años alcanza el 4% y se acerca al nivel de 2013
La rentabilidad de la deuda alemana al mismo plazo se encuentra en niveles no vistos desde 2011 y la estadounidense marca máximos desde 2007.
28 septiembre, 2023 10:39La rentabilidad de la deuda pública europea y estadounidense se encuentra en máximos de hace varias décadas. El bono español a 10 años ha alcanzado esta jueves el 4%. Superar dicho nivel supondría dar a los inversores lo mismo que a finales de 2013.
Exactamente, ha alcanzado el 4,008%. Por tanto, se mantiene en máximos de principios de 2014, todavía por debajo del 4,16% con el que despidió el ejercicio anterior. Sin embargo, en un contexto de tipos de interés elevados durante más tiempo, “no es descartable” que las subidas continúen.
Así lo considera Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G. La rentabilidad de estos valores del Tesoro comenzó el año marcando el 3,521% en el mercado secundario. Por tanto, la escalada en lo que va de 2023 se acerca a los 500 puntos básicos.
Y “es posible, aunque no seguro que veamos mayores rentabilidades en la cotización de los bonos, entre ellos el español”, puntualiza Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.
Si el bono español alcanza mayores cotas, la situación, opina Del Pozo, sería transitoria, hasta que los inversores infieran, de manera clara, el comienzo de ciclo de bajadas de tipos. Cuánto de transitoria será esta fase es probablemente una de las principales dudas que aquejan al mercado hoy”.
Tipos más altos
Pero el caso del bono español a 10 años no es el único. El bund alemán -como se conoce al bono germano al mismo plazo- ha escalado hasta máximos de julio de 2011. Arrancó 2023 en el 2,376% y ya ha superado el 2,85%. De nuevo, casi 500 puntos básicos de subida.
Precisamente el repunte del bono alemán a 10 años es lo que ha permitido que la prima de riesgo española -que es el sobrecoste que España debe afrontar frente a Alemania para financiarse- se mantenga en torno a los 100 puntos básicos.
Sin embargo, el efecto en la deuda pública de otros países es más limitado. Por ejemplo, el interés del bono italiano a 10 años ronda el 4,8%, todavía en niveles de 2022. Si la deuda transalpina supera el 5% llegaría a niveles no vistos desde 2012.
La deuda de Grecia a 10 años se sitúa por encima del 4,3%, mientras que la de Portugal se sitúa en torno al 3,66%. Ambas rentabilidades permanecen por debajo de los niveles más altos de 2023.
En mayor o menor medida, la reacción de la deuda pública se explica porque “el mercado se ha instalado en unos tipos altos durante más tiempo”, indica Elices. Los miembros del Banco Central Europeo (BCE) han alejado la posibilidad de una bajada de tipos en los próximos meses, mientras que los responsables de la Reserva Federal (Fed) han reducido su previsión de recortes para los próximos dos años.
“Es importante aclarar que no deja de ser una previsión y que el historial de previsiones de la Reserva Federal no es muy brillante. Pero, por si acaso, el mercado se prepara para que en el medio y largo plazo los tipos se mantengan en los niveles actuales”, indica Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance.
Pero, son las perspectivas sobre los tipos de interés en Estados Unidos y la escalada de la rentabilidad de la deuda estadounidense las que ha empujado al alza el interés ofrecido por los bonos del Viejo Continente.
Deuda estadounidense
Lo que se ha producido es “un ajuste entre las cotizaciones de los bonos más importantes del mundo, es decir, los estadounidenses, los europeos y los japoneses”, explica Alvargonzález. “Si sube el tipo de interés que pagan la deuda norteamericana, los otros tienen que subir también para poder competir con los de Estados Unidos”, añade.
La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años roza el 4,6%, algo que no sucedía desde noviembre de 2007. La deuda de Estados Unidos al mencionado plazo inició 2023 por debajo del 3,8%, por lo que el repunte en nueve meses es de 800 puntos básicos.
Frente al escenario europeo, al contexto estadounidense se añade “algo más de posibilidad de ver alguna subida adicional del tipo de interés por parte de la Fed, debido a que su momento macroeconómico es significativamente mejor que el europeo", subraya Del Pozo.
En la misma línea, Elices considera que “la economía de Estados Unidos está mostrando una gran resiliencia y los efectos esperados de la subida de tipos están tardando en percibirse. Hoy, poco menos que el mercado está complacientemente dando por hecho que escapará de la recesión”.
¿Hasta cuándo?
En su opinión, la escalada de la rentabilidad de la deuda seguirá “mientras el mercado siga instalado en el actual estado de complacencia respecto al ciclo económico”. Por ello, “el freno lo pondrían una recesión o una caída de la inflación mayor de la esperada”.
Es lo que también piensa Del Pozo. “Una inflación que se resista a bajar puede ser un factor que haga continuar esta tendencia. Una corrección de los IPC tendría el efecto contrario, especialmente si ello va acompañado de un deterioro de la economía por encima de las previsiones de los analistas y, particularmente, de los bancos centrales”, subraya.
También ayudaría que bajara el precio del petróleo. "Pero eso es secundario, porque lo más importante es la inflación subyacente y el petróleo no se incluye en los factores de cálculo de la inflación subyacente. El problema es que, si sigue subiendo, acabaría contagiándola", destaca Alvargonzález.