Diversas firmas de inversión coinciden al esperar del presidente electo un perfil más “pragmático” y “moderado” que en campaña. Aunque también aventuran que se necesitará una recesión “profunda y prolongada” para calmar la hiperinflación que sufre el país, que en octubre alcanzó el 142% interanual.

La victoria de Milei supone un giro político importante para un país que ha sido gobernado por el peronismo durante 46 de los últimos 77 años, es decir, desde el primer mandato de Juan Domingo Perón en 1946.

El índice MSCI Argentina, que mide la evolución en bolsa de las grandes y medianas cotizadas del país (con 18 valores, cubre el 85% del universo de acciones argentinas), subió más de un 19% en la sesión de ayer, a falta de conocerse cómo reaccionará hoy el índice oficial, el Merval, que ayer estaba cerrado.

Thierry Larose, gestor de Vontobel, espera que “las primeras políticas de Milei complazcan a los mercados, con una agresiva consolidación fiscal y una eliminación de los controles de divisas y de capitales como principales prioridades”. Sin embargo, “no esperamos que la dolarización y el cierre del Banco Central de la República Argentina figuren en la agenda a corto plazo”.

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Julius Baer asume que los activos argentinos seguirán siendo volátiles hasta que se conozca el cronograma de la agenda de reformas, así como los ministros del gabinete.

Milei planea impulsar su agenda de reformas de inmediato, pero la gobernabilidad será uno de sus mayores desafíos, ya que carece de apoyo suficiente en el Congreso. Por lo tanto, “esperamos que tenga que moderar su retórica”, según Eirini Tsekeridou, analista de renta fija de Julius Baer.

En opinión de Alejandro di Bernardo, gestor de renta fija emergente en Jupiter AM, la actual falta de mayoría de Milei en el Congreso supone un reto y pone de relieve la importancia de su alianza con parte del partido Propuesta Republicana (PRO), que forma parte de Juntos por el Cambio.

“También necesita anunciar cuanto antes un equipo económico creíble. Prevemos que Milei adoptará probablemente un enfoque más pragmático, moderando algunas de sus propuestas, especialmente en lo relativo a la dolarización”, incide Di Bernardo.

Suaviza su postura con China

La primera piedra de ese camino hacia la moderación -al menos, estéticamente- ya ha sido puesta. Como destaca Michael Langham, analista de mercados emergentes en abrdn, en cuanto a las relaciones exteriores de Argentina, Milei se ha mostrado crítico con China, el principal socio comercial de Argentina y una fuente clave de financiación, pero “recientemente ha moderado parte de su retórica”. También ha cargado las tintas contra Brasil, el otro gran socio comercial del país sudamericano.

El ultraderechista buscará estrechar lazos con Estados Unidos y es especialmente firme en su apoyo a Donald Trump. De hecho, ya ha dicho que sus primeros viajes oficiales serán a EEUU e Israel.

“El margen fiscal es limitado y es probable que se necesite una recesión dolorosa para calmar la inflación”, al tiempo que “se necesitarán importantes reformas para mejorar el entorno empresarial y animar a los inversores extranjeros y a los ahorradores nacionales a volver a invertir en el país”, añade Langham, de abrdn.

Con todo, “dado el contexto de reservas internacionales limitadas, déficits fiscales significativos y una fase de transición delicada, el riesgo de ejecución es extremadamente alto”, advierte Di Bernardo, de Jupiter, sobre la hoja de ruta preestablecida por el líder de La Libertad Avanza y “anarcocapitalista”, como él mismo se ha autocalificado.

En este sentido, cabe recordar la alta confianza que Milei tiene depositada en el bitcoin. Simon Peters, analista experto en criptoactivos de eToro, acentúa que Milei define al bitcoin como la “vuelta al dinero privatizado”. Lo que deja la puerta abierta a que Argentina siga los pasos de Bukele en El Salvador, donde la criptomoneda reina es divisa oficial desde mediados de 2021.