La compañía española de fabricación y distribución de componentes para vehículos, CIE Automotive, presentó recientemente unos resultados para el tercer trimestre del año peores de lo que nos viene acostumbrando. Sin embargo, la compañía sigue siendo muy interesante.
Se caracteriza por proveer tanto a otros fabricantes de componentes (30% de las ventas) como a los fabricantes de vehículos (70%) y cuenta con una diversificación en todos los ámbitos: geográfica (opera en diferentes áreas del mundo), de cliente (ninguno representa más del 8% de sus ventas) y de producto (cuenta con más de 7.000 referencias).
En cuanto a su crecimiento, en el periodo 2015-2022 consiguió aumentar su beneficio neto en un 12,8% anualizado a pesar de que en ese ciclo hemos vivido guerras comerciales, escasez de materias primas y una pandemia.
En cambio, en el último trimestre experimentó una caída en los ingresos del -3,2% y obtuvo el mismo beneficio que el año anterior. Pese a eso, la compañía aumento su beneficio neto en los primeros 9 meses del año un 7,6% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Si estimamos un crecimiento en línea con las previsiones de la compañía y el sector del 6% en ingresos y un margen Ebitda del 19%, también según su plan estratégico, obtendría un Ebitda en 2028 de unos 1.112 millones.
Si le aplicamos un múltiplo EV/EBITDA de 7 veces (por debajo de de su media de 7,5) para ser conservadores, tendríamos un precio objetivo de 49€ para ese año o un potencial de más del 15% anualizado a 5 años.
Si observamos su gráfico vemos como la empresa está en un movimiento lateral del que no consigue salir. Su RSI, que mide la fuerza del movimiento, se encuentra en una zona neutra.
*** Javier Cabrera es analista de XTB.