Con la importancia que está cobrando en el mundo de la inversión los criterios ESG y la necesidad de virar a las energías renovables, una de las empresas que pueden verse más beneficiadas de esta tendencia es Iberdrola.
La compañía es una de las principales empresas energéticas de Europa, pero su fortaleza principal es España, que representa más del 40% de sus ingresos y donde tiene una infraestructura difícil de superar por sus competidores.
Esto puede verse en sus cifras, con un crecimiento de los ingresos del 14% anual en el periodo 2019-2022 y un 8,4% de aumento del beneficio neto en el mismo periodo. Además, pese a que los ingresos se han reducido casi un 2% en estos primeros nueve meses de 2023, el beneficio neto ha aumentado en más de un 17%.
Actualmente está realizando importantes inversiones para aumentar su capacidad de generación de energía, por lo que si es capaz de mantener sus márgenes podría seguir creciendo al mismo ritmo.
Si suponemos un crecimiento del beneficio neto en línea con lo reportado hasta 2022 del 8% y un PER de 16 veces, por debajo de las 17 veces de media en estos últimos 5 años, podríamos estimar para el año que viene un precio objetivo teórico de 12,7 euros por acción, por encima de los 11 euros a los que cotiza actualmente. Esto le otorgaría un potencial de más del 15%.
Podemos observar como el precio está tocando una resistencia que arrastra desde principios de año, la cual rebasó pero que no le sirvió de soporte. Debido a los catalizadores señalados anteriormente y a la aceleración del RSI, sería posible que el precio objetivo de 12,7 euros se alcance antes de lo previsto desde el punto de vista fundamental. Si el valor experimenta un repunte en el volumen, se confirmaría aún más esta tendencia.
*** Javier Cabrera es analista de XTB