El Tesoro Público español ha colocado este martes 1.741,97 millones de euros en la última subasta del año, de letras a 3 y 9 meses, y lo ha hecho elevando la rentabilidad a 3 meses y recortando la remuneración ofrecida a los inversores por la referencia a 9 meses. En cualquier caso, el interés ofrecido por estos valores se sitúa por debajo del 3,7%.
Según los resultados publicados por el Banco de España, recogidos por Europa Press, pese a reducir parcialmente el interés ofrecido en esta emisión de letras, los altos niveles de rentabilidad han mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles. La demanda conjunta de ambas referencias ha llegado a duplicar lo adjudicado, con unas solicitudes de 4.917,88 millones de euros.
En concreto, el Tesoro ha colocado 398,88 millones de euros en letras a tres meses, frente a una demanda de 1.643,98 millones de euros. Ha ofrecido una rentabilidad marginal del 3,620%, por encima del 3,580% anterior y alcanzando su valor más elevado desde noviembre de 2011.
En la subasta de letras a nueve meses, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha adjudicado 1.343,09 millones de euros, con unas peticiones de 3.273,9 millones por parte de los inversores. El interés marginal se ha colocado en el 3,510%, por debajo del 3,705% anterior.
Los resultados de esta emisión se suman a los de la subasta de la semana pasada. En ella, la rentabilidad de las letras a seis meses bajó al 3,620%, mientras que el interés de las letras a doce meses se moderó al 3,327%.
Hogares, principales inversores
La subasta se produce en un momento en el que los hogares y las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) han pasado de tener 99 millones de euros en letras del Tesoro en septiembre de 2022 a 21.352 millones en septiembre del 2023. De esta forma, se mantuvieron por segundo mes consecutivo en los mayores tenedores de este tipo de deuda a corto plazo.
La alta rentabilidad de los valores a corto plazo ha tenido un efecto muy considerable en la distribución y las tenencias de las letras del Tesoro, donde los hogares e instituciones no financieras han incrementado notablemente su participación en el último año, pasando de una cuota del 0,1% en septiembre de 2022 a casi el 30% en septiembre de 2023.
Tras elevar su tenencia un 5% respecto al mes anterior, los hogares se sitúan por segunda vez en la historia como el mayor tenedor de letras del Tesoro español, según datos del Banco de España también recogidos por Europa Press.
De esta forma, se sitúan por delante de los inversores extranjeros (18.704 millones), de las Administraciones públicas (3.732 millones), las sociedades no financieras (6.426 millones), las instituciones financieras monetarias (11.054 millones) y los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros (10.217 millones).
Y es que la mejora de los intereses ofrecidos, en línea con las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en los últimos meses, ha mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles.
Así, los inversores particulares están mostrando gran interés por la compra de deuda, principalmente a corto plazo, dada su alta rentabilidad, que ha ido creciendo desde inicios de 2022, especialmente en el caso de las letras a más corto plazo.
Menos emisión
Con esta subasta, el Tesoro ha cerrado las emisiones del año, ya que la prevista para el 14 de diciembre se ha cancelado.
La emisión bruta por parte del Tesoro Público será este año de 256.930 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,2% respecto a lo estimado para 2022, debido al alza de los tipos de interés.
En cuanto a la emisión neta, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció el mes pasado que España reducirá en 5.000 millones de euros la emisión de deuda prevista para 2023 gracias a la "buena marcha" de la economía española y el cumplimiento "holgado" de los objetivos fiscales.
Con ello, España pasará de una emisión de deuda neta de 70.000 millones a 65.000 millones, lo que pone al país en una posición de "resiliencia y fuerza en este contexto de tipos de interés al alza", según incidió Calviño.