Wall Street intenta arrancar animoso la última jornada de la semana, con una subida promedio de casi el 0,40%, liderada por el S&P 500 y el Nasdaq, que avanzan en los mismos niveles. Y lo hace pese al fuerte retroceso de Nike.
El grupo de ropa y material deportivo pierde un -10,5% tras anunciar un plan de ajuste de hasta 2.000 millones de dólares (unos 1.825 millones de euros) que incluye despidos debido a una demanda más débil.
Nike obtuvo un beneficio neto de 1.578 millones de dólares (1.438 millones de euros) en su segundo trimestre fiscal, un 18,5% más, aunque la multinacional ha advertido de un debilitamiento de los ingresos en el resto del ejercicio y ha desvelado el citado plan de ajuste.
La estrategia de la compañía en los próximos tres años pasa por la simplificación de la variedad de productos, mayor automatización y la optimización de la organización. Los cargos extraordinarios de reestructuración supondrán entre 400 y 450 millones de dólares (364 y 410 millones de euros), que se reconocerán en gran medida en el tercer trimestre del ejercicio fiscal 2024. La noticia sobre las previsiones de su segundo semestre fiscal no ha sido bien acogida por los inversores, que están castigando a su cotización.
En el extremo opuesto se sitúa Ansys, que se dispara un 9,2%. El proveedor de software para ingeniería está sopesando alternativas, incluida una venta, después de recibir interés por su posible adquisición por parte de un tercero, según fuentes familiarizadas con el asunto que mencionan diversos medios americanos.
Por su parte, el Dow Jones se anota un 0,10%. En cambio, el índice de las pequeñas cotizadas americanas, el Russell 2000, ya roza el 1%.