Con su particular ADN moderno: los proyectos empresariales financiados mediante préstamos directos tendrán que ser de carácter sostenible o generar impacto social y medioambiental. Así, su consejero delegado estima poder llegar a los 270 millones de euros en proyectos financiados de aquí a cinco años, y un número de al menos 60.000 usuarios en los próximos tres.

En 2024, la compañía espera disponer de hasta 30 millones de euros en unos 15 proyectos para financiar, volumen que podría llegar incluso a los 60 millones en el mejor de los escenarios.

El primero en su escaparete es el de ISFA, la compañía productora de frutos secos, olivas y pistachos, unos proyectos agrarios que intentan que sean eficientes y sostenibles. Muy centrada en el almendro de alta densidad, tiene un acuerdo con una de las mayores distribuidoras en España, Grupo Unió. Con sede en Vitoria, cuenta con fincas en Extremadura, Andalucía y Portugal.

Cada proyecto es financiado con una ronda de entre 1 y 5 millones de euros, según su tamaño y necesidades. Y el plazo medio de cada préstamo son cinco años, con una rentabilidad anualizada que oscila entre el 6% y el 10%.

Una novedad de Buëcor es que los préstamos incorporan una garantía, generalmente hipotecaria, lo que supone otra diferencia respecto a la renta fija corporativa cotizada, lo que “aporta tranquilidad al inversor”. En caso de impago, habría un agente de garantías haciendo de custodio.

Disponible el ticket mínimo desde 500 euros, los primeros proyectos a financiar versarán sobre centros logísticos para proyectos tecnológicos, agros de diferentes tipologías, navieras con construcciones sostenibles, residencias de estudiantes con fines benéficos o energías limpias en la automoción.

Para toda clase de inversores

En conversación con EL ESPAÑOL-Invertia, Cortés defiende que “el mercado financiero es muy necesario, pero hay hueco para otro tipo de iniciativas que cubren nichos no explotados hasta ahora y que son crecientes”. El fundador de Buëcor avanza que no harán marca blanca para otras entidades financieras, pero que “sí somos complementarios al mercado tradicional”.

Cortés lo sabe en primera persona, puesto que acumula una larga experiencia en el sector bancario. Fue analista de riesgos en la Caja Rural de Aragón, estratega de inversión en Santander Asset Management, asesor financiero en Banco Inversis y director de banca corporativa y banca privada en Novo Banco. En 2019 también fundó Deer Capital, a través de la cual fue agente financiero de Caser.

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En este sentido, su plataforma es “apta para toda clase de inversores: institucionales, banca privada, banca personal y minoristas”. Los socios colaboradores son la solución de pagos para marketplaces Lemonway y el despacho de abogados Pinsent Masons.

El cálculo de Buëcor es que este escenario de tipos y crédito puede suponer que, a medio plazo, un 5% del total de crédito corporativo se materialice a través del crowdlending, lo que supondría unos 3.000 millones de euros anuales en volumen para empresas de la península ibérica.

A largo plazo, esta cifra podría alcanzar los 10.000 millones, una vez se consolide el modelo de financiación alternativa gracias a sus ventajas cualitativas.