El Tesoro Público ha colocado este martes 5.035,03 millones de euros en deuda a corto plazo, en el rango medio previsto. Lo ha hecho ofreciendo rentabilidades más elevadas tanto por las letras a 6 meses -el 3,688%- como por las letras a 12 meses -el 3,359%-, tras varios meses de descensos.
La mejora de la rentabilidad ofrecida, ante las perspectivas de que el Banco Central Europeo (BCE) tardará en bajar los tipos de interés más de lo previsto inicialmente por el mercado, ha mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles.
Exactamente, la demanda conjunta de ambas referencias casi ha llegado a duplicar lo adjudicado, con unas solicitudes de 9.235,42 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España y recogidos por Europa Press.
El Tesoro ha colocado 985,03 millones de euros en letras a seis meses, frente a una demanda de 2.650,28 millones de euros. Ha ofrecido una rentabilidad marginal del 3,688%, por encima del 3,635% de la emisión previa.
En la subasta de letras a doce meses, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha adjudicado 4.050 millones de euros, con unas peticiones de 6.585,14 millones por parte de los inversores. El interés marginal se ha colocado en el 3,359%, superando el 3,314% anterior.
BCE
Pese a elevar la remuneración ofrecida a los inversores por ambas referencias, el interés no alcanza los niveles máximos en una década logrados el año pasado, que llegó a superar el 3,8%.
La subasta de este martes se ha celebrado después de que el Consejo de Gobierno del BCE decidiera recientemente mantener los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito permanecerá en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.
De esta forma, el instituto emisor dejó los tipos intactos por tercera reunión consecutiva desde que pisase el freno en su cita de octubre, tras llevar a cabo diez subidas consecutivas del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.
Las decisiones de política monetaria afectan a las subastas del Tesoro, que en estos meses han visto crecer la remuneración ofrecida a los inversores, en línea con las subida de tipos. Esto ha provocado que el interés en la compra de deuda se incremente, especialmente en el caso de la adquisición de letras del Tesoro por parte los hogares.
Las familias, principales inversores
Y es que los hogares y las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) han pasado de tener 950 millones de euros en letras del Tesoro en noviembre de 2022 a 23.977 millones en el mismo mes de 2023, convirtiéndose por cuarto mes consecutivo en los mayores tenedores de este tipo de deuda a corto plazo.
Según los últimos datos publicados por el Banco de España y recogidos por Europa Press, la alta rentabilidad de los valores a corto plazo ha tenido un efecto muy considerable en la distribución las tenencias de las letras del Tesoro.
Los hogares e instituciones no financieras han incrementado notablemente su participación en el último año, pasando de una cuota del 1,3% en noviembre de 2022 a más del 30% en 2023.
Tras elevar su tenencia un 4,7% respecto al mes de octubre, los hogares se sitúan en noviembre por cuarta vez en la historia como el mayor tenedor de letras del Tesoro español, por delante de los inversores extranjeros (16.737 millones), que desde julio han ido reduciendo sus tenencias en este tipo de deuda.
[Las familias ya tienen más letras del Tesoro que el Banco de España y la banca juntos]
Por detrás de los inversores extranjeros, los siguientes tenedores de letras del Tesoro son las instituciones financieras monetarias (10.918 millones) y los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros (10.189 millones).
A continuación se sitúan las sociedades no financieras (6 015 millones) y las Administraciones públicas (4.104 millones).
Bono sindicado
Este martes, el Tesoro también ha lanzado un nuevo bono sindicado 30 años y ha registrado una demanda superior a los 90.000 millones de euros, la cifra más alta para una emisión a este plazo, según han informado fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
El organismo dependiente del Ministerio de Economía ha dado orden a BBVA, Citi, JP Morgan, Morgan Stanley, Santander y Société Générale para colocar esta segunda emisión sindicada del año 2024.
Según Economía, la elevada demanda ha permitido reducir 3 puntos básicos el diferencial anunciado inicialmente, quedándose en 11 puntos básicos sobre la rentabilidad del actual benchmark a 30 años.
"La gran demanda junto con el elevado número de inversores y de alta calidad reflejan el profundo acceso del Tesoro a los mercados financieros, en un contexto de retirada paulatina del Banco Central Europeo", han destacado desde el Departamento que dirige Carlos Cuerpo.
Se trata de la segunda emisión sindicada de este año. En la primera, celebrada el pasado 10 de enero, el Tesoro colocó 15.000 millones en un bono a 10 años y logró una demanda récord de 138.000 millones de euros.
Pero esta emisión sindicada de deuda a un plazo de 30 años no se celebraba desde el año 2022. En la última subasta de este tipo, del 9 de febrero de 2022, el Tesoro colocó 7.000 millones y recibió una elevada demanda de 60.143 millones de euros, que ha sido superada este martes.
Financiación en 2024
La estrategia de financiación del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023.
Por su parte, la emisión bruta prevista ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
Por lo que respecta a las emisiones regulares de valores del Tesoro, está prevista la realización de 48 subastas ordinarias de Letras y Bonos y Obligaciones del Estado.
Además, en 2024, el Tesoro recurrirá nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado.
Otros de los objetivos para 2024 será mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles en España.