China ha mostrado un impresionante crecimiento económico en las últimas décadas, pero recientemente se ha observado una ralentización debido, entre otras cosas, a las medidas de contención de la Covid.
Si desde 2010 hasta 2019, China experimentó un rápido crecimiento económico con una tasa media anual del 7,5%, en los últimos años esta cifra descendió a una media de alrededor del 5% anual.
Lo peor de todo es que el país asiático entró en deflación, registrando en enero un descenso de los precios del 1,7% en términos anuales, lo que hace temer que se repita el escenario japonés de finales del siglo XX.
La pregunta entonces es: ¿hasta qué punto es posible?
Aunque la economía china se enfrenta a una serie de retos, como la ralentización del crecimiento, el aumento de la deuda interna y los problemas del sector inmobiliario, aún hay esperanzas de que todo vaya bien.
Lo peor de todo es que el país asiático entró en deflación
Entre las razones, en primer lugar, a diferencia de Japón, la economía china está más diversificada y depende menos de las exportaciones, aunque el comercio exterior sigue desempeñando un papel crucial.
En segundo lugar, aunque China, al igual que Japón, se enfrentó a la deflación, lo hizo en términos anuales. La dinámica mensual muestra un aumento de los precios del 0,3% de diciembre a enero.
Por otra parte, es posible que sea un problema temporal, pues China ya tiene previsto aumentar de nuevo el gasto presupuestario este año, lo que hace bastante probable que se aleje de la deflación.
Y lo que es más importante, cuando Japón tuvo problemas, recurrió en gran medida a la impresión de dinero, pero gran parte de éste permaneció en los mercados financieros, a menudo fuera de Japón, como el S&P 500.
En cambio, China inyecta dinero en la economía real, especialmente en proyectos de infraestructuras.
La economía china está más diversificada y depende menos de las exportaciones
Además, emplean activamente métodos fiscales, incluidos incentivos fiscales y subvenciones, apoyando a las empresas locales y la demanda interna, lo que difiere fundamentalmente del escenario japonés.
En resumen, aunque China se enfrenta a graves retos económicos, es prematuro comparar su situación con la "década perdida" de Japón, dadas las diferencias de estructura económica y gobernanza.
China aún dispone de las palancas necesarias paramantener su crecimiento económico, aunque la continua caída de los índices Hang Seng y Shanghai Composite pueda parecer lo contrario.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que, en caso de que aumenten las tensiones geopolíticas y resurjan las guerras comerciales con Estados Unidos, la eficacia de estos instrumentos podría disminuir.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.