Tradicionalmente, los reguladores luchan contra los monopolios y oligopolios en la economía real imponiendo periódicamente multas millonarias a las empresas.
Sin embargo, cuando en el mercado bursátil más de un tercio del índice S&P 500 está formado por sólo 10 valores, nadie parece ver ningún problema, como si todo debiera ser así.
Lo crucial, al parecer, es que el mercado avance, no importa de qué manera ni a costa de quién.
Como resultado, aunque los siete grandes valores han sido el principal motor de los rendimientos bursátiles en los últimos años, se crea la falsa sensación de que todo va bien para todos y seguirá así en el futuro.
El hecho de que la concentración del mercado esté alcanzando su nivel más alto en más de 50 años, con las 10 mayores empresas representando más del 30% del mercado, supone una amenaza.
Lo crucial, al parecer, es que el mercado avance, no importa de qué manera ni a costa de quién
Cuando comience la corrección de los valores de las empresas tecnológicas, bajo una presión desproporcionada, todo el mercado podría verse afectado, no sólo si.
La supuesta diversificación del índice probablemente no lo salvará en gran medida.
Pero, ¿cuándo llegará quizá una de las correcciones más esperadas por los analistas de la historia?
Ante los buenos resultados de las principales empresas de inteligencia artificial y los nuevos planes de las grandes compañías para recomprar sus propias acciones, los índices aún tienen margen para crecer.
Si hablamos del factor psicológico, el optimismo sigue alimentado por los datos optimistas sobre la economía estadounidense, en particular, un PIB superior al esperado.
La supuesta diversificación del índice probablemente no lo salvará en gran medida
¿Influirá el shutdown del Gobierno estadounidense en los mercados?
No necesariamente. Según las estadísticas, como la mayoría de los acontecimientos políticos, un cierre del gobierno no tiene históricamente un impacto prolongado en el rendimiento de las acciones.
Si no se llega a un acuerdo, no se producirá un impago o un cese de las operaciones del Gobierno, sino que se suspenderá el trabajo de algunas instituciones no esenciales.
Las instituciones esenciales permanecerán abiertas y financiadas.
¿Qué esperar entonces?
Nadie puede decir con exactitud cuándo terminará la última fase del ciclo expansivo, pero cuanto más se inflen los activos y menos razonables sean sus valoraciones, más probable será que algo se rompa.
La historia ha visto esto desde la burbuja de los tulipanes y cada vez se creyó que el crecimiento duraría para siempre. Pero al final, como saben, no fue así, ni siquiera en la historia contemporánea.
En cuanto a los posibles indicadores del cambio de sentimiento, debemos prestar atención a las acciones de los inversores institucionales en el mercado, así como a la superación o no de los niveles de soporte y resistencia.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.