La semana que viene, el 6 de junio, el BCE anunciará su decisión sobre los tipos de interés. Y las expectativas apuntan a que el regulador optará por un recorte.
De hecho, varios miembros del organismo, entre ellos Rehn, Villeroy, Holzmann y Lane, han declarado que apoyarán una relajación de la política monetaria.
Los mercados reaccionaron con un descenso del rendimiento de la deuda pública alemana a 10 años de 5 puntos básicos a principios de esta semana. Pero no duró mucho.
El problema es que no hay una opinión unánime. Por ejemplo, Schnabel (número dos del BCE) advirtió del peligro de empezar a bajar los tipos demasiado pronto.
Pero, ¿deben esperar?
Para empezar, el avance de la desinflación en la eurozona se ha estancado en abril. Además, los riesgos geopolíticos y naturales podrían dificultar la lucha contra los altos precios:
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En el primer caso, se trata de la amenaza de interrupciones del suministro debidas a posibles tensiones en el Mar Rojo.
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Y en el segundo, debido a la sequía, las heladas, etc., las perspectivas de la cosecha de trigo han disminuido en el mundo.
Por otra parte, la economía europea sigue pasando apuros.
Entre el tercer trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2023, el crecimiento medio trimestral del PIB en los países de la UE-27 fue del 0,03%, una cifra extremadamente baja.
La actividad en la zona euro ha repuntado ligeramente en el primer trimestre de 2024, marcando el final de una recesión moderada observada en la segunda mitad del año pasado.
¿Y si finalmente bajan los tipos?
El mercado puede verlo con optimismo. Sin embargo, se teme que la divergencia entre la política monetaria del BCE y la de la Fed pueda llevar a la paridad del par EUR/USD.
En otras palabras, el euro podría debilitarse si el BCE empieza a bajar los tipos antes que la Fed. El problema es que esto podría provocar un aumento de la presión inflacionaria…
***Igor Kuchma es analista de Trading View.