El Ibex 35 cierra mayo con un repunte del 4,3%. Y lo hace gracias a haber logrado en esta última semana hacerse con la cota de los 11.300 puntos, contagiado por el optimismo de las bolsas ante el primer recorte de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que tendrá lugar el jueves.

Este viernes, el índice bursátil de referencia en España ha retrocedido un 0,14%, cerrando finalmente la sesión en los 11.322 enteros. En los últimos momentos de esta última jornada del mes, se ha registrado en el Ibex 35 el mayor volumen de negociación en tres años y medio. Pese a todo, el selectivo ha logrado terminar la semana con un alza del 0,67%.

Los valores que mejor lo han hecho este viernes han sido Repsol y Sacyr, que se han elevado un 1,3%. Por detrás, también se han situado entre las mayores ganancias Grifols (+1,2%), Merlin (+0,9%) y ArcelorMittal (+0,9%).

Por el contrario, ha liderado las pérdidas Fluidra, que ha caído más de un 2,5%, seguido de cerca por Inditex (-2%). Acciona y Amadeus también se han dejado más de un 1% este viernes.

En el resto de Europa, el FTSE100 británico y el CAC40 francés han registrado moderadas subidas, mientras que el DAX30 alemán ha permanecido plano.

A la espera del BCE

Optimismo moderado, por tanto, en las bolsas europeas, que esperan al primer recorte de los tipos de interés por parte del BCE el próximo jueves. Un movimiento que ha sido anticipado por numerosos miembros del Consejo de Gobierno del instituto emisor del euro.

Si cumple con este pronóstico, el BCE se adelantará a la Reserva Federal de Estados Unidos en el proceso de vuelta tras la subida de tipos más rápida de la historia, llevada a cabo en apenas quince meses. El mercado espera que esta primera rebaja sea de unos 25 puntos básicos.

Sobre lo que pasará después, persiste la incertidumbre. "No cabe duda de que algunos banqueros centrales tienen en mente nuevos recortes rápidos de los tipos de interés y es posible que ya estén a favor de otra reducción en julio, mientras que otros prefieren un enfoque más prudente", explica Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS.

Es por eso que "se espera que el mensaje central de la presidenta del BCE, Lagarde, evite comprometerse explícitamente con otro recorte de tipos en julio". "Frente a esta incertidumbre en la evolución de la inflación, es probable que prevalezca el tono hawkish, haciendo hincapié en la dependencia de los datos y en un enfoque de reunión por reunión", añade Kastens.

Por lo pronto, este viernes se ha conocido el dato de inflación de la zona euro, que muestra un repunte de dos décimas en mayo, hasta situarse en el 2,6%, debido a un aumento de la inflación de los servicios, según el dato adelantado publicado por Eurostat. Se aleja así de nuevo del objetivo del 2% del BCE, que corresponde a la estabilidad de precios.