Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria del pasado miércoles.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria del pasado miércoles. Kevin Mohatt Reuters Washington (Estados Unidos)

Mercados

El mercado anticipa un recorte de tipos más agresivo de la Fed mientras Wall Street amortigua la caída

Algunos analistas no descartan que la Fed intervenga de emergencia, algo reservado para casos muy extremos que se hizo por última vez con la Covid.

6 agosto, 2024 02:00

Los temores a una recesión en Estados Unidos cogen fuerza. Los débiles datos de empleo conocidos la pasada semana están dando al traste con las expectativas del mercado de que la economía viviría un aterrizaje suave (soft landing) y los mercados esperan ahora que el primer recorte de tipos de la Reserva Federal (Fed) de este ciclo sea más agresivo de lo previsto, de 50 puntos básicos, sin descartar una bajada de emergencia antes de la decisión de septiembre.

Es uno de los factores que llevó a las bolsas europeas al nerviosismo el lunes. También a los principales índices de Wall Street, que comenzó la sesión con fuertes caídas que después fue moderando. Es el caso del Nasdaq, que amaneció con un desplome del 6% y cerró con un descenso del 3,4%. El S&P500 se dejó un 3% y el Dow Jones Industrial, un 2,6%. Pese a la moderación, se trata de las mayores caídas de estos índices en dos años

Al contrario de lo que están haciendo otros grandes bancos centrales, el más conocido del mundo no ha comenzado aún su vuelta atrás a la política de subida de los tipos de interés de los últimos dos años.

La Fed rechazó recortar el precio del dinero en su última reunión, celebrada la pasada semana, aparcando la primera bajada hasta su reunión de septiembre.

Lo hizo sin conocer los últimos datos de empleo en Estados Unidos, que se publicaron un par de días después. Y se hacen cada vez más fuertes los temores de que la Fed haya atrasado demasiado las bajadas de tipos y haya condenado a la economía a un aterrizaje forzoso. Con este término se conoce al proceso de desaceleración o recesión que llega tras un periodo de rápido crecimiento.

Si hace unos días había dudas sobre cuáles serían los próximos pasos de la Fed, ahora la certeza va abriéndose paso. El mercado ya da por sentado un recorte de los tipos de interés en la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que se celebrará los días 17 y 18 de septiembre. Pero ya no cree que vaya a ser de 25 puntos básicos, sino más agresivo.

Así lo descuenta ya. En el mercado de futuros de CME se otorga una probabilidad del 98,5% a un primer recorte de 50 puntos básicos. Si la Fed toma esta decisión en septiembre, los tipos de interés se situarían en la horquilla de entre el 4,75% y el 5%.

Bajada de emergencia

Y no sólo eso. Algunos analistas contemplan, incluso, que la Fed pueda poner en marcha una bajada de tipos de emergencia antes de la reunión de septiembre. No en vano, la última decisión de política monetaria se tomó antes de conocer los datos de empleo y para la próxima aún falta mes y medio.

Demasiado tiempo para algunos analistas, como Jean-Louis Nakamura, gestor de Vontobel, que cree que "si el desplome de los precios de los activos de riesgo se prolonga significativamente, no puede excluirse un recorte de emergencia por parte de la Fed".

"Estos acontecimientos obligarán a la Fed a abandonar su duradera parálisis", añade este experto. El banco central estadounidense llevó a cabo su última subida de tipos en julio del año pasado y desde entonces no ha movido el precio del dinero.

No es el único que contempla esta posibilidad. Jeremy Siegel, profesor de Finanzas de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, opina que es necesario realizar un recorte de emergencia de 75 puntos básicos ahora y otro similar en septiembre, con un total de 1,5 puntos porcentuales.

Un trader trabaja en Wall Street mientras aparece en la pantalla Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Un trader trabaja en Wall Street mientras aparece en la pantalla Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Brendan McDermid Reuters Nueva York (Estados Unidos)

"Es un mínimo", considera en declaraciones a la CNBC este experto, uno de los economistas de referencia de la escuela de negocios en la que estudiaron Donald Trump y Elon Musk, que está entre las más prestigiosas del mundo.

Con todo, hay que tener en cuenta que las intervenciones de emergencia en política monetaria de la Fed se realizan en momentos muy puntuales. La última vez que el banco central se saltó su agenda para intervenir fue el 15 de marzo de 2020 y lo hizo para bajar los tipos y lanzar un programa de compra de activos debido al impacto de la Covid-19.

Una situación muy diferente y mucho más extrema a la que se vive ahora y no sólo porque entonces el pánico bursátil fue mucho mayor. No en vano, las intervenciones de emergencia de la Fed se producen cuando hay miedo a que los mercados financieros dejen de funcionar adecuadamente, no sólo por las ventas masivas en bolsa.

"Tienden a ocurrir en periodos de disrupción en los mercados de crédito y cuando el sistema financiero se congela. Ahora mismo, los mercados no están teniendo un buen día, pero creo que ordenadamente", explica Michael Feroli, economista jefe de Estados Unidos de JP Morgan en declaraciones que recoge The New York Times.

Por el momento, las autoridades han hecho un llamamiento a la calma. "Las cifras de empleo fueron más débiles de lo esperado, pero todavía no parecen una recesión", afirmó Austan Goolsbee, presidente de la Fed de Chicago y miembro del comité que decide la política monetaria en la Fed, en declaraciones a la CNBC.

"Miramos hacia el futuro y si las condiciones colectivas comienzan a empeorar, vamos a solucionarlo", apuntó preguntado sobre si la Fed podría llevar a cabo un recorte de emergencia.

Un recorte más agresivo

La clave está en los datos de empleo conocidos la semana pasadaEl mes de julio se saldó con 114.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas, una cifra muy inferior a los 179.000 creados en junio. Por su parte, la tasa de paro subió dos décimas, hasta el 4,3%, según los datos publicados por el Departamento de Trabajo.

"El informe del mercado laboral de julio fue, en general, débil", apunta David Kohl, economista jefe de Julius Baer, para quien el mercado laboral estadounidense "continúa enfriándose a un ritmo acelerado, sugiriendo que la demanda y la inflación se moderarán según avance el año".

Como dice Kohl, "ahora hay certidumbre en que la Fed empezará a recortar los tipos de interés en la reunión del FOMC de septiembre y aumentan las especulaciones sobre un recorte más agresivo, de 50 puntos básicos", así como las previsiones de que está creciendo el riesgo de que el banco central baje los tipos "más agresivamente" de lo previsto.

"El debilitamiento generalizado del mercado laboral estadounidense, junto con los débiles datos de actividad, ha llevado a una discusión sobre si la Fed va por detrás de la curva y ha esperado demasiado para flexibilizar su política monetaria", añade el experto de Julius Baer.

Un operador bursátil en Wall Street.

Un operador bursátil en Wall Street. Reuters.

Con todo, para Kohl "el aumento del empleo y el desempleo, aún bajo, siguen respaldando el crecimiento del consumo privado como principal motor de la expansión económica de Estados Unidos". Desde el banco suizo esperan que la economía del país se desacelere hasta un crecimiento del 2% anual en la segunda mitad de 2024, desde el 2,8% del segundo trimestre.

Tras conocer estos datos, algunos analistas esperan ya más de dos recortes de tipos desde ahora hasta finales de año, "incluida una probabilidad significativa de un recorte de 50 puntos básicos para iniciar el ciclo en septiembre", afirma Damian McIntyre, portfolio manager de Federated Hermes.

"Este mal dato de empleo no ha hecho más que aumentar los temores a un aterrizaje brusco de la economía americana y, por tanto, a que la Fed llegue tarde a evitar una desaceleración excesiva con importante daño al empleo", explica a este periódico Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Del soft landing a la recesión

Detrás del miedo de los mercados se esconde un cambio en las expectativas generales, que han pasado de la confianza en un aterrizaje suave para la economía estadounidense al miedo a una recesión.

"Gran parte de la fortaleza que ha mostrado el mercado durante este año se ha apoyado en la confianza de un aterrizaje suave, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción", explica Manuel Pinto, analista de mercados.

Ahora los mercados asumen que podría producirse un aterrizaje forzoso, en el que la política restrictiva de la Fed habría condenado a la economía estadounidense a la desaceleración.

Lo que pueda pasar después de septiembre por el momento es una incógnita. Hay que tener en cuenta que la siguiente reunión de política monetaria de la Fed tendrá lugar los días 6 y 7 de noviembre, es decir, justo un día después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Los resultados de estos comicios van a ser clave para anticipar qué decisiones pueda tomar después la Fed, especialmente en 2025. "Los riesgos se inclinan hacia un ritmo más lento de ajuste, especialmente si el partido republicano mantiene su ventaja en las encuestas y aplica con éxito su programa económico", explica Paolo Zanghieri, economista sénior en Generali AM, que añade que "un mayor déficit, una inmigración más lenta y los aranceles supondrían claramente un riesgo al alza para la inflación".

Probablemente los inversores tengan algo más de información sobre los planes de la Fed a finales de este mes. Entre el 22 y el 24 de agosto se celebra la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole (Wyoming), donde Jerome Powell, presidente de la Fed, podría ofrecer algunas pistas.

Lo cierto es que el contexto geopolítico no ayuda. Estados Unidos ha aumentado recientemente su presencia en Oriente Próximo ante la amenaza de ataque de Irán y desplegará aviones de combate y buques de guerra adicionales. Un contexto que aumenta los temores de los mercados y da alas a la volatilidad a la espera de los próximos pasos de Irán.

Con todo, el golpe que sufrieron el lunes las bolsas no sólo estuvo provocado por el miedo a una recesión en Estados Unidos. El fortalecimiento del yen tras la subida de los tipos que decidió el Banco de Japón la semana pasada se llevó por delante a los índices bursátiles del país, con caídas históricas que tuvieron un impacto moderado en Europa y en Wall Street.

Aunque hay algo más. "Muchos expertos especulan con que esto podría deberse a la liquidación de una gran operación de carry trade", una operación en la que "un inversor toma una posición larga en Japón, convierte el dinero a dólares y luego compra bonos del Tesoro estadounidense", explican los analistas de Federated Hermes.

"Dada la diferencia en los tipos de interés, esta operación ha sido muy popular y funcionaría siempre que el yen no se fortaleciera frente al dólar (como hemos visto recientemente). Desgraciadamente, para deshacer esta operación habría que vender dólares para comprar yenes, lo que crearía más demanda de yenes y, a su vez, los haría más fuertes", continúan los expertos.

Todos estos elementos llevaron a fuertes caídas en las bolsas europeas el lunes. El Ibex 35 llegó a caer cerca de un 3,5%, si bien cerró con una pérdida del 2,34%. El resto de los principales parqués europeos se comportó de forma similar.