Alibaba es una de las compañías chinas más conocidas del mundo inversor. Hace apenas dos o tres años, era la empresa más popular para los inversores que querían exponerse a China a través de una empresa con carácter internacional. Incluso Charlie Munger apostó por el valor como una de sus posiciones en su cartera personal. Sin embargo, la acción acumula una caída de más del 70% desde sus máximos históricos de 2020.
Alibaba obtiene más del 70% de sus ingresos de China y tan solo el 11% de otros países de manera directa (tiene otros negocios donde el cómputo regional es más difuso). Su negocio se divide principalmente en dos: el comercio online y la nube, del que tan solo obtiene el 11% de sus ingresos.
Por tanto, Alibaba depende fundamentalmente de que el comercio online en China funcione correctamente. Y sobre el papel el potencial es muy grande, ya que se trata del país con más usuarios de internet, con 1.100 millones de personas, y con la tasa de penetración de comercio online más alta del mundo, con alrededor del 28%. Sin embargo, la ralentización en ciertas áreas de la actividad en China ha afectado a Alibaba, lo que junto a los riesgos políticos ya conocidos, hundieron la acción.
Los ingresos de Alibaba venían de crecer a tasas del 50% anual antes de 2021, pero después de la pandemia, la ralentización se hizo notable y llegó a crecer tan solo un 1,8% en 2022 y un 8,3% en 2023. Sin embargo, se espera que el crecimiento de los ingresos se estabilice en ese 8% al menos para este año, a la vez que la generación de beneficios aumenta.
El mercado espera que el beneficio por acción ajustado crezca más de un 20%, pero si somos más conservadores y estimamos un crecimiento del 15%, tendríamos un bpa ajustado de 8,4 dólares. Si a este beneficio por acción le aplicamos un múltiplo de 12 veces, por debajo de su media de 15 veces, tendríamos un precio objetivo de alrededor de 100 dólares frente a los 82 dólares a los que cotiza su ADR, lo que supone un potencial del 22%.
El precio de su ADR está envuelto en una tendencia alcista que se ha acelerado en el último mes, sin que su RSI haya sobrepasado la zona de sobrecompra, lo que nos indica que tiene posibilidades de seguir subiendo. La siguiente resistencia la encontramos en la zona de los 88 dólares, un potencial del 7%, desde donde tuvo una importante corrección, por lo que es un nivel importante a considerar.
Sin embargo, su ADX apenas ha cogido tendencia, lo que nos indica que le tomará tiempo poder alcanzar los niveles indicados a no ser que haya algún catalizador externo.
*** Javier Cabrera es analista de mercados.