No está siendo de momento el mejor año para los accionistas de Solaria, que sin embargo han visto como en el último mes las acciones de la compañía han mejorado moderadamente.

El sector energético ha sufrido en los últimos meses las consecuencias de los altos tipos de interés, el incremento de sus deudas, y en el caso específico de Solaria la evolución de su flujo de caja libre, que continúa siendo negativo. En los últimos meses ha sido una de las empresas españolas con más cortos sobre sus acciones, lo que supone una presión bajista extra.

Sin embargo, el escenario actual es mucho más positivo. Los bancos centrales han empezado a cambiar su política monetaria, recortando los tipos de interés, que en el caso del BCE se espera que continúe en los próximos meses.

Los resultados de la compañía del segundo trimestre se publicarán a finales de mes, pero los datos reportados en mayo del periodo comprendido entre enero y marzo fueron mejores de lo esperado. De hecho, fue capaz de aumentar sus ingresos a pesar de la caída de los precios de la energía en la mayoría de regiones donde opera, incrementando la producción de energía un 22% llegando a alcanzar 406 GWh, gracias a la puesta en marcha de nuevas plantas, y su proceso de internalización.

Uno de los puntos más positivos en el futuro es la creciente demanda de energía por parte de los centros de datos, especialmente aquellos dedicados a la inteligencia artificial, que ha despertado el interés de Solaria y otros productores de energía renovable. Grandes empresas tecnológicas como Microsoft y Meta han establecido objetivos ambiciosos en cuanto al uso de energía limpia, lo que podría beneficiar a empresas como Solaria.

De hecho, en las últimas semanas ha firmado un acuerdo preliminar con la compañía japonesa Datasection para construir un centro de datos en España que tendrá una capacidad de hasta 200 megavatios.

Se espera que el consumo eléctrico de estos centros de datos se multiplique por diez para 2030, lo que impulsará la demanda de energía solar combinada con almacenamiento en baterías.

A nivel técnico se encuentra cotizando en tendencia lateral desde el verano que en caso de romper al alza le serviría como impulso hasta superar los 13 euros por acción. Para ello cuenta también con dos señales positivas. Por un lado, gracias a las últimas subidas su precio supera la media móvil de las últimas 50 sesiones junto con la zona de soporte del retroceso de 23,6 de Fibonacci.